Alrededor de 181 CEO, de grandes compañías en EE.UU, rompen con el patrón acostumbrado de que la toma de decisiones a nivel empresarial debe estar guiadas por la obtención del máximo beneficio para los accionistas. Directores ejecutivos de la Business Roundtable, organización empresarial con dos centenares de miembros, y líderes de Apple y JPMorgan Chase, lo ven así.
Al redefinir el “propósito de una compañía” advierten que el accionista es solo uno más de las cinco partes interesadas que deben guiar las decisiones, junto con los trabajadores, los clientes, los proveedores y las comunidades, suponiendo un gran cambio filosófico que crea valor para todos ellos, por el futuro de las compañías, comunidades y países.
A pesar de no poseer medidas concretas para lograr la transformación, prometen compensar a los trabajadores de manera justa y proporcionar beneficios y formación, así como “proteger el medio ambiente con prácticas sostenibles” y “fomentar la diversidad, la inclusión, la dignidad y el respeto”.
Explican que “Estados Unidos merece una economía que permita a cada persona tener éxito por medio del trabajo duro y la creatividad, llevando una vida con dignidad”.
El giro se produce en un momento en que las desigualdades salariales y la crisis climática, entre otros factores, han elevado el escrutinio hacia las grandes compañías, por parte de los poderes públicos y de los ciudadanos. La movilización de votantes para elevar el salario mínimo, la presión global para reducir emisiones contaminantes, el debate entre los demócratas sobre cómo reestructurar el capitalismo o las investigaciones en Washington sobre la posible extralimitación de las grandes tecnológicas, son algunos ejemplos de ese estado de ánimo al que responde el comunicado de los empresarios.
Periódicamente, la Business Roundtable publica principios de gobernanza sobre cómo debe llevarse una compañía, en esta entrega indica, que cada una de las versiones de esos principios en los últimos 20 años ha establecido, en línea con lo que planteó el economista estadounidense y premio Nobel Milton Friedman, que “las corporaciones existen principalmente para servir a los accionistas”. “Ha quedado claro que este lenguaje sobre el propósito de las compañías no describe con precisión las maneras en las que nosotros y los demás consejeros delegados nos esforzamos cada día por crear valor para todas las partes con intereses en nuestras empresas”