El Banco Central (BCRD) informó que las remesas alcanzaron su mayor crecimiento en los últimos diez años, al registrar un monto de US$8,219.3 millones durante el año 2020, un 16.0% por encima del 2019.
Particularmente, para el mes de diciembre, el flujo de remesas que ingresó al país alcanzó los US$872.3 millones, valor superior en US$215.6 millones (32.8 %) al registrado en el mismo mes del año anterior, cuando fue de US$656.7 millones.
El BCRD explicó que la continua recuperación de las condiciones económicas de los Estados Unidos luego de la reapertura, país de donde provino el 83.8% de los flujos de los últimos ocho meses, fue determinante en el comportamiento de las remesas recibidas.
Evidencia de esta mejoría en la economía norteamericana se encuentra en las cifras del empleo, con una tasa de desocupación que pasó de 14.7% en abril, durante el peor momento de confinamiento, a 6.7 % al finalizar el año. De manera particular, el desempleo de los hispanos en EE. UU. disminuyó de 18.9% en abril a 9.3% en diciembre de 2020.
Asimismo, la institución destaca que la diáspora dominicana fue una de las comunidades que se vio más beneficiada de esa mejoría en el empleo, así como de la asistencia financiera brindada por el gobierno estadounidense a los desempleados en ese país, dada la alta proporción de dominicanos que se encuentran regularizados. A la vez, es bueno destacar que, tras la aprobación del nuevo paquete de apoyo económico por el congreso de EE. UU., se espera que esta ayuda continúe durante los primeros meses de 2021.
Igualmente, un indicador relevante del comportamiento de la economía norteamericana es el índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés), el cual refleja el comportamiento de la actividad manufacturera. Dicho indicador alcanzó su valor máximo de 60.7 en diciembre, 3.2% mayor que el 57.5 de noviembre, afianzando el optimismo sobre la recuperación de la economía. El índice registró un crecimiento de 1.4% promedio mensual desde junio, cuando se reactivó la actividad manufacturera en EE. UU.
Dado estos resultados de la economía de Estados Unidos, se estima un mejor desempeño del sector externo dominicano al cierre de 2020 al esperado a inicios de la pandemia. En efecto, el flujo de divisas de la economía se mantuvo en constante recuperación a partir del mes de mayo, con el aumento de las remesas, la mejoría en las exportaciones de zonas francas, la reapertura de los aeropuertos y los hoteles, así como las mayores exportaciones de oro, con lo cual se espera un déficit de cuenta corriente en torno al 2.0% del PIB, que se encontraría dentro de los más bajos en América Latina.
En adición, importantes empresas del sector de comunicaciones, energía, minería y zonas francas han anunciado significativas inversiones a ser ejecutadas a partir de los próximos años, algunos iniciando este mismo año, lo cual refleja la confianza de los inversionistas en la resiliencia de la economía dominicana; permitiendo que este año recién finalizado, pese a la crisis pandémica, la inversión extranjera directa (IED) alcanzaría unos US$2,554.3 millones, con lo cual, según cifras preliminares, sería la más alta en comparación con la de países de Centroamérica y El Caribe, así como la de otros países latinoamericanos con economías similares a la de Republica Dominicana. Cabe destacar que este nivel de IED en el país cubriría casi dos veces el déficit estimado de 2.0% del PIB en cuenta corriente.
Esta mejoría del flujo de divisas, junto a la participación del Banco Central en el mercado cambiario a través de su Plataforma Electrónica de Negociación de Divisas, permitieron mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, y la acumulación de reservas internacionales, las cuales alcanzaron unos US$10,750 millones al cierre de 2020, el nivel más alto registrado históricamente, equivalentes a 13.7% del PIB y 7.3 meses de importaciones, valores que superan los umbrales recomendados por el FMI de 10% del PIB y 3 meses de importaciones.
El Banco Central reitera que se mantiene alerta para seguir tomando las medidas necesarias que garanticen la estabilidad de precios y del mercado cambiario durante el proceso de reactivación de la economía dominicana.