Nos tocó ser la generación que despide a los grandes del Rock and Roll, uno a uno han ido partiendo nombres enormes como B.B.King, David Bowie, Lemmy, solo por nombrar algunos que dejan vacíos en nuestros corazones. Pero siempre decíamos que los Stones eran eternos, que nunca morirían, siempre nos preguntábamos que pasaría el día en que uno de ellos decidiera que ya era suficiente y sencillamente abandonara esta existencia. Hace unos días lo hizo el señor Charlie Watts, uno de los bateristas más influyentes del rock y leyenda mundial de la música.

La vida de Watts va mucho más allá de los Stones, amante incansable del jazz tuvo su propia Big Band y su quinteto con los cuales también recorrió el mundo en un matiz diferente al del rock and roll. Charlie Watts, el único de los Stones que se alejó de la locura, que vivió toda su vida junto a su amada con la que tenía una granja de caballos árabes, ese que parecía un reloj al tocar la batería de manera tan sutil y tan elegante que apenas se movía cuando lo hacía.

Comenzó siendo diseñador gráfico, de hecho, la música siempre la tomó como un hobby, tocó en varias bandas de Jazz, comenzó con el saxofón y el banjo, pero pronto una canción electrizante le hizo cambiar sus gustos hacia los tambores, el primero lo hizo desbaratando su banjo y usando la caja de percusión como un redoblante, sus primeras baquetas fueron unos pinceles. Y así nació la leyenda, así comenzó el viaje que duraría más de 50 años, sentado detrás de esa batería creando algunos de los momentos más icónicos de la historia del rock.

De ahí en adelante todos conocemos la historia, la del hombre “tranquilo” de los Rolling Stones, sin embargo, su forma de tocar cambió en varios sentidos como era percibido el género, Charlie Watts trasladó esa emoción del crescendo en el Jazz a los himnos más grandes de la banda y sin duda era el pegante que mantenía unida esa sociedad.

Hoy, despedimos nuevamente a uno de los grandes, inevitablemente deja una herida muy fuerte en la banda y habrá que esperar que va a suceder. Se sabía de antemano que no participaría en el nuevo Tour, que lo reemplazarían por sus problemas de salud, pero saber que ya no está nos hace vulnerables ante ese pensamiento de “eternidad” de sus majestades satánicas. ¿Cuándo sería el día en que partiría uno de los Rolling Stones? Hoy todos somos más mortales.

Felipe Szarruk

Felipe Szarruk