Las transferencias internacionales, por las facilidades que ofrecen al comercio exterior, continúan siendo uno de los instrumentos de pago más utilizados por los sectores exportador e importador de República Dominicana.
El comercio exterior de República Dominicana acumuló un monto de US$134,805.1 millones entre 2013-2017, un total de US$86,079.7 millones en importaciones, (un 64%) y US$48,725.4 millones en exportaciones (un 36%), según los datos del Banco Central (BC).
Al comparar el monto de las exportaciones de 2013 con las de 2017, se registró un incremento absoluto de US$696.3 millones, al pasar de US$9,424.4 millones en 2013 a US$10,120.7 millones en 2017, lo que refleja un crecimiento relativo de un 7.3%.
Mientras que las importaciones pasaron de US$16,801.2 millones en 2013 a US$17,700.3 millones en 2017, para un crecimiento absoluto de US$899.1 millones y un incremento relativo de un 5.3%.
Con el aumento de las transferencias internacionales también aumentan los riesgos, advierte Esteban Maldonado, gerente de Negocios Internacionales del Banco Popular.
“Las transferencias internacionales son el medio de pago más sencillo, económico y rápido, por lo que se mantiene como el más usado del mundo, por el alto volumen de transacciones que se maneja. Más del 60% de las transacciones realizadas a nivel mundial se manejan por transferencias internacionales”, dijo.
El ejecutivo del Banco Popular se refirió al tema al dictar la conferencia titulada “Instrumentos financieros de comercio exterior para finanzas”, durante la exposición comercial multisectorial HUB Cámara Santo Domingo 2019, celebrada en el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).
Resaltó que al procesar un alto número de transacciones bancarias, también se abre paso a la posibilidad de los fraudes por la vulnerabilidad de este mecanismo de movilización de fondos destinados al pago de mercancías.
Cartas de crédito
El gerente de Negocios Internacionales del Banco Popular define las cartas de crédito como el instrumento de pago o medio de garantía de pago más seguro del mundo para la compra y venta de mercancía o bienes.
Explicó que son las más seguras porque una vez se abre este tipo de cartas, el compromiso emitido y aceptado por las partes no puede ser modificado sin el consentimiento de todas las partes involucradas: ordenante, bancos y el beneficiario.
En ese sentido, explicó que también existe la opción de recurrir a una carta de crédito documentaria, usada por entidades jurídicas que realizan compras con poca frecuencia. Con este instrumento financiero el banco se convierte en el agente de pago del cliente al recibir los documentos que el importador o comprador acuerde con el suplidor desde el inicio.
Afirmó que en el Banco Popular para 2018 las cartas de crédito representaron más del 25% del total de las transacciones de comercio exterior con relación a los demás productos, sin incluir las transferencias internacionales por su naturaleza y volumen.
Mercancía
“La carta de crédito entra en función cuando el comprador no quiere realizar la transferencia internacional por miedo a que la mercancía no le llegue, es ahí cuando los bancos representantes del importador y el exportador interfieren en la transacción”, aseguró.
El banco del importador retiene el dinero de su cliente para realizar la transacción y cuando el banco del exportador envía los documentos de embarque o la factura comercial, se libera el dinero.
“En una carta de crédito documentaria los bancos revisamos que los documentos que se están negociando sean los que se acordaron desde el inicio. Una vez se abre la carta de crédito, ya el suplidor internacional se siente libre de producir y enviar la mercancía, porque sabe que el responsable de cualquier incumpliendo es el banco, no el cliente”, resaltó.
Señaló que los bancos sólo realizan el pago cuando reciben los documentos y verifican el tipo de mercancía que el cliente compra para ver si fue lo acordado, y si hay alguna discrepancia, los bancos no están obligados a pagar.
Destacó la seguridad como una de las ventajas de tener este tipo de cartas. Al trabajar con bancos, indicó que los clientes no corren con los riesgos de crédito o falta de pago.
El suplidor asegura además que recibirá su pago con rapidez al presentar los documentos y se trabaja con una sola transacción a la vez, un solo embarque.
Enfatizó que cartas de crédito stand by, como instrumentos de garantías de pago, se utilizan para asumir y asegurar el cumplimiento de pago como garantía disponible a un eventual incumplimiento de parte del ordenante.
Subrayó que a diferencia de las cartas de créditos documentarias, las stand by son una garantía de pago y sirven para cubrir múltiples envíos o pedidos y se utiliza por 1 año.
“Son una excelente promesa de pago que sirven para negociar condiciones de crédito, además de que se usan para fortalecer la relación a largo plazo, sirven para negociar mejores términos con los suplidores internacionales”, recalcó.
El ejecutivo hizo hincapié en que el precio, la calidad del producto y el factor crédito son condiciones especiales en las negociaciones con los suplidores en el comercio exterior.
Verificar firmas
Esteban Maldonado destacó la importancia de la verificar la autenticidad de las firmas al momento de realizar transferencias internacionales.
Resaltó que “el volumen de las transferencias internacionales crece cada año y también aumentan los riesgos”.
“Es vital, antes de realizar una transferencia, validar que la documentación fue firmada por la persona indicada”, señaló el ejecutivo del Popular.
Explicó que todo exportador, al momento de firmar un contrato legal con un cliente o suplidor, debe asesorarse si quien firmó el contrato fue la persona correcta y no un tercero.
“Los bancos, a través del servicio de autentificación de firmas, nos aseguramos de que estas estén debidamente autorizadas; porque en materia de litigio internacional, lo primero que se anula es un contrato si se determina que no se hizo de la forma adecuada”, afirmó.
En ese sentido, recomendó a los empresarios que al momento de recibir un contrato para la firma, le tomen una foto a la del cliente y acudan a su banco para estar seguros de que corresponde al cliente o suplidor.