Entre 1970 y 1989, a partir de la aparición de conflictos bélicos ligados al medio oriente, el precio internacional del petróleo aumentó significativamente, 168% en 1974, 51% en 1979 y 66.8% en 1980, generando un importante incremento de la inflación internacional, lo que obligó a tomar posturas de política monetaria más estricticas en todo el mundo, implicando alzas en las tasas de interés que tuvieron importantes efectos en el ritmo de producción, en el costo de financiamiento, principalmente gubernamental, y en el sector externo de todos los países del mundo, incluyendo a los de región de Centroamérica y República Dominicana (CARD), culminando todo este escenario en un ciclo de estanflación que se manifestó en la década de los años ochenta.
En la coyuntura actual al primer semestre del año 2022, la economía internacional que aún se encuentra en un proceso de recuperación productiva derivado de la pandemia ocasionada por el virus Sars-Cov-2, ha sido afectada por el inicio de la guerra ruso-ucraniana a finales de febrero, siendo este conflicto un factor que ha exacerbado los precios internacionales de las materias primas, en específico del petróleo y que ha incidido en la revisión hacia la baja de las expectativas de crecimiento mundial, coincidiendo con mayores presiones inflacionarias. La respuesta a través de política monetaria no se ha hecho esperar, dando cabida acciones más estrictas que incluyen un alza importante de las tasas de interés a nivel internacional. Es debido a lo anterior que ambos contextos, tanto el histórico de los años 1970-1989 como la coyuntura actual, poseen similitudes en cuanto al comportamiento de indicadores macroeconómicos, situación que es relevante considerar para determinar si existe la posibilidad de la aparición de un nuevo ciclo de estanflación en la actualidad.