El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos subió en mayo un 0.2% con respecto al mes precedente, y la tasa interanual repuntó a un 2.8%, la mayor desde 2012, lo que afianza las presiones inflacionarias y da argumentos a la Reserva Federal (Fed) para una nueva subida de tipos de interés.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos por su mayor volatilidad, se situó también en el 0.2% en el mes pasado, mientras que comparado con mayo de 2017 registró un incremento del 2.2%, según el informe del Gobierno estadounidense divulgado este martes.
La cifra del Departamento de Trabajo es similar a la anticipada por los analistas.
La tasa interanual del 2.8% es la mayor registrada en EE.UU. desde el comienzo de 2012, y supone un importante aumento después que se ubicase en el 2.5% en el mes de abril.
“Los datos muestran más evidencias de que la inflación se está moviendo hacia el objetivo de la Fed”, explicó Kevin Cummins, economista de la consultora NatWest Markets en declaraciones a Bloomberg.
El aumento vino impulsado principalmente por los sectores de automóviles (0.3%), gasolina (1.7%) y vivienda (0.4%).
El coste de un galón (3.78 litros) de gasolina, en concreto, ha pasado 2.48 dólares de media en EE.UU. a comienzos de año, a 2.90 dólares en el mes de mayo.
Tras la aguda crisis de 2008-2010, la inflación se ha mantenido de manera persistente por debajo de la meta anual del 2% del banco central estadounidense, pese al enorme estímulo monetario lanzado y el sostenido crecimiento de la primera economía del mundo.
Sin embargo, en los últimos meses parece haberse finalmente consolidado la tendencia alcista de los precios en EE.UU., lo que servirá de base para la esperada subida de tipos de interés prevista por la Reserva Federal (Fed) en su reunión que comenzó hoy y culminará mañana miércoles.
Cummins agregó que los datos de inflación “son un recuerdo de que no necesitas obligatoriamente ser más agresivo en el enfoque porque los salarios no se hayan acelerado tanto como lo habían hecho en el pasado”.
Los economistas habían mostrado su perplejidad ante el hecho de que los salarios, en un contexto próximo al pleno empleo y como dice la teoría económica clásica, no subiesen a un ritmo mayor al registrado y con ello aupasen aún más la subida de precios.
El organismo dirigido por Jerome Powell mantiene los tipos en el rango de entre el 1.5% y el 1.75%, después de elevarlos en marzo, y se prevé que lleve a cabo al menos dos subidas adicionales en lo que resta de año dada la solidez de la economía estadounidense, con un índice de desempleo que cerró mayo en el 3.8%.
Powell ha insistido en que la Fed llevará a cabo un “gradual ajuste” monetario para acompasar el buen desempeño de la economía estadounidense.
A la conclusión del encuentro, el presidente del banco central ofrecerá una rueda de prensa en la que se espera que comente la posibilidad de que se pueda acelerar el ritmo de la subida del precio del dinero para evitar un recalentamiento de la economía
Los mercados apuntan confiados al aumento de los tipos de mañana, opción a la que dan más de un 80% de probabilidades.
Wall Street abrió hoy al alza y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, subía un 0.07% dos horas después del comienzo de la sesión.