El mercado financiero dominicano tiene excelentes oportunidades y mucho espacio para desarrollar el concepto de banca-seguro, pues esta oferta de negocios está aún en pañales en el país.
Así lo entiende Antonio José Morales de Quezada, vicepresidente internacional del Consorcio Internacional de Consultoría (CICSA), con sede en Chile, quien destacó que en la región este servicio representa cera del 29% de sus utilidades, lo cual está prácticamente desaprovechándose en el mercado dominicano.
“En el caso de República Dominicana hay espacio para crecer de una manera increíble. Está bastante en pañales”, sostuvo.
Refirió que hace muchos años dictó una conferencia en Guatemala y que un banquero amigo le envió un ejecutivo al seminario.
“Mandó una persona y participó muy bien. Se le enseñó todo sobre banca-seguro. Volví al país por otro tema y me volví a juntar con el amigo, quien me dijo que “allá está la chica que fue al seminario y le puse un escritorio que dice banca-seguro”, contó.
Morales de Quezada explicó que se le acercó a la joven y la preguntó que cómo iba el negocio y que ella le respondió que todo estaba muy bien, que había colocado uno de US$15,000. Dijo que fue su sorpresa, pues ese no era el concepto.
“Si yo tengo 100,000 clientes 1-A y soy un banco corporativo. Tú no me vas a someter un seguro de accidente de RD$1,000 en una clínica pública porque simplemente no soy de ese público. Pero si me vas a dar un seguro muy particular, con cierta cobertura, a un costo bastante bajo, tenlo por seguro que pasado mañana tendrás 30,000 pólizas vendidas a esos clientes”, explicó.
Por igual puede funcionar pólizas de US$10 al año para asistencia hogar, lo cual puede venderse a través de cualquier establecimiento comercial a través de acuerdos con la banca, lo cual se vuelve muy atractivo para la gente, pues sí es útil. “Si un fin de semana perdí las llaves sólo tengo que llamar a la compañía de seguros y de inmediato me resuelve el problema”, apuntó.
De lo que se trata, según explicó, es que los bancos se conviertan en intermediarios entre sus clientes y las empresas aseguradoras. Una de las ventajas está en aprovechar la economía de escala, pues no se trata de colocar un seguro, sino de miles de pólizas en poco tiempo.
Puso como ejemplo Falabella, una tienda con sede Chile y presencia en otros países de la región, cuya cartera de clientes supera los cinco millones, la cual ha logrado colocar cinco millones de pólizas de diversas índoles.
Responsabilidades
Para Antonio José Morales de Quezada, los bancos deberían entender que cuando se trata de los clientes, ellos están en la obligación de proteger su integridad física mientras éstos estén en sus instalaciones.
Refiere que si un cliente es asaltado mientras está en un cajero automático, que es propiedad del banco al cual él pertenece, la institución financiera está en la obligación moral (y posiblemente legal) de responderle.
Lo mismo sucede, dice, si un cliente a un cajero y le clonan la tarjeta. En estos casos también el banco debe ser el responsable ante el cliente si aparecen cargos que él no reconoce. Lo que conviene es resolverle al cliente, pues si va a un medio de comunicación o utiliza las redes sociales, como sucede, entonces a la entidad financiera se le puede generar una situación incontrolable que sí le puede salir caro.