El Banco Central (BC) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.50% anual. La decisión de dejar invariable la tasa de referencia se basa en un análisis detallado del balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, incluyendo informaciones provenientes indicadores macroeconómicos internacionales y domésticos, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo.
Según nota del Banco Central, la inflación acumulada a octubre se ubicó en 1.75%, en tanto que la inflación interanual, de octubre de 2017 a octubre de 2018, alcanzó 3.52%, manteniéndose dentro de la meta de 4.0% ± 1.0% establecido en el Programa Monetario.
Por otro lado, la inflación subyacente, vinculada a las condiciones monetarias, registró una variación interanual de 2.60% en octubre. El sistema de pronósticos indica que la inflación cerraría por debajo del límite inferior del rango meta en el presente año, convergiendo gradualmente al punto medio de ese rango de 4.0 % ± 1.0% en el horizonte de política monetaria de dos años.
En el entorno externo, el panorama económico relevante para la economía dominicana se mantiene condicionado por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos de América (EUA), la apreciación del dólar en los mercados internacionales y el incremento de la incertidumbre en algunas economías emergentes. Por otro lado, durante el último mes, se ha registrado una reducción significativa en los precios internacionales del petróleo asociada a una moderación en las tensiones geopolíticas entre los países productores de crudo y a las perspectivas de una menor demanda asociada al riesgo de una desaceleración economía mundial.
En este contexto, según Consensus Forecast, la economía mundial crecería 3.2% en 2018 y 3.0% en 2019, impulsada por la economía de EUA que se expandiría 2.9% y 2.7%, respectivamente, durante esos años. Ante el dinamismo que muestra la economía de EUA, se prevé que continúe el proceso de normalización con un incremento adicional de la tasa de interés de referencia en este año. Por otro lado, se proyecta que la Zona Euro (ZE) crecería 2.0% en 2018 y 1.7% en 2019, destacándose que se han revisado a la baja las perspectivas de crecimiento de algunas de sus principales economías, como Alemania, Italia y España. Dado que las presiones inflacionarias permanecen moderadas en estos países, la postura de política monetaria del Banco Central Europeo se mantendría expansiva en el mediano plazo, lo que contribuiría a aumentar el diferencial de tasas de interés con EUA, contribuyendo a que se mantenga la apreciación del dólar.
En cuanto a los mercados emergentes persiste cierto grado de incertidumbre, observándose una ralentización en algunas economías con fundamentos macroeconómicos débiles. No obstante, hay economías emergentes que presentan un importante dinamismo, como son los casos de India y China cuyas economías se expandirían durante 2018 en 7.3 % y 6.6 %, respectivamente. En el caso de América Latina, se proyecta que la región estaría creciendo 1.4% en 2018 y 2.0% en 2019, impulsada por el dinamismo de economías de la región con fundamentos sólidos como Chile, Perú, Colombia y República Dominicana. Sin embargo, continúan corrigiéndose a la baja las proyecciones de crecimiento de países que presentan vulnerabilidades económicas y tensiones socio-políticas como Venezuela, Argentina y Nicaragua.
En el ámbito interno, la actividad económica continúa creciendo por encima de su potencial, en un contexto de estabilidad de precios. En efecto, el producto interno bruto (PIB) real se expandió en 6.9% durante los primeros nueves meses del 2018, impulsado principalmente por la inversión y el consumo privado. Según el sistema de pronósticos del Banco Central de la República Dominicana, la actividad económica seguiría dinámica, cerrando el año 2018 con un crecimiento en torno a 6.5 %. De forma consistente, las condiciones monetarias se mantienen favorables, caracterizadas por una expansión del crédito al sector privado en moneda nacional cerca de 12% interanual al cierre de noviembre, a la vez que las tasas de crecimiento de los agregados monetarios se acercan a la expansión del PIB nominal.
Por el lado de la política fiscal, al mes de octubre se mantiene la moderación del gasto público con un crecimiento interanual de 5%, a la vez que la expansión de los ingresos supera el 12 % interanual, contribuyendo al proceso de consolidación de las finanzas públicas. En el sector externo, las actividades generadoras de divisas, como el turismo, las remesas y las exportaciones, mantienen un notable dinamismo, previéndose que el déficit de Cuenta Corriente se ubique ligeramente por encima de 1.0% del PIB al cierre del año, asociado a los mayores precios del petróleo. El buen desempeño del sector externo ha facilitado la acumulación de reservas internacionales, permitiendo niveles de cobertura de reservas que superan los 4 meses de importaciones y contribuyendo a la estabilidad relativa del tipo de cambio.
El manejo adecuado de las políticas monetaria y fiscal han contribuido a que se mantengan ancladas las expectativas de inflación de los agentes privados en torno a la meta de 4.0% ± 1.0 %, a la vez que el indicador de riesgo país de República Dominicana (EMBI, por sus siglas en inglés) se mantiene significativamente por debajo de la percepción promedio de riesgo para América Latina. En un entorno internacional cambiante, la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos de la República Dominicana, acompañada de alto crecimiento económico y baja inflación, les otorgan a las políticas económicas una mayor capacidad de reacción ante cualquier choque externo que pueda poner en riesgo la estabilidad macroeconómica.
En ese sentido, la institución monetaria se mantiene atenta a la evolución de la normalización de política monetaria de Estados Unidos, así como de la dinámica del dólar y del precio del petróleo en el mercado internacional, encontrándose preparada para reaccionar de forma oportuna ante cualquier factor que ponga en riesgo el cumplimiento de su meta de inflación. El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria al logro de la estabilidad de precios y al buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.