Banco Central mantiene su tasa de política monetaria en 5.50% anual

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En su reunión de política monetaria de enero de 2019, el Banco Central (BC) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.50% anual.

La decisión de dejar invariable la tasa de referencia se basa en un análisis detallado del balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, incluyendo informaciones provenientes de indicadores macroeconómicos internacionales y domésticos, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo. La inflación mensual de diciembre fue de -0.22%, cerrando el año en 1.17%. La inflación subyacente, que aísla los efectos de aquellos componentes volátiles, cerró el año en 2.47%. El sistema de pronósticos indica que la inflación convergería gradualmente al rango meta de 4.0% ± 1.0% en el horizonte de política de 24 meses.

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la actualización de su informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) y en el mismo destacó la desaceleración del crecimiento económico a nivel mundial, reduciendo sus proyecciones para 2019 de 3.7% a 3.5% y para 2020 de 3.9% a 3.6%.

Por otra parte, Consensus Forecast prevé que la economía mundial crecería 2.9 % durante 2019 y 2.8% en 2020. La expansión global de la actividad económica continuaría siendo impulsada por los Estados Unidos de América (EUA), a pesar de que se espera una moderación en su crecimiento, el cual alcanzaría 2.5% en 2019 y 1.8% en 2020. Asimismo, Consensus Forecast mantuvo su previsión de crecimiento moderado en la Zona Euro (ZE), con expansiones de 1.5% en 2019 y 1.4% en 2020.

Se puede apreciar en las proyecciones, tanto del FMI como de Consensus Forecast, que se observa una mayor incertidumbre en el escenario internacional, lo que podría tener efectos en las decisiones de políticas de las economías avanzadas. En ese sentido, en su última reunión, la Reserva Federal de Estados Unidos anunció que la normalización de política monetaria que viene ejecutando seguiría un proceso más gradual durante el presente año.

En el caso de América Latina, se proyecta que la región crecería 1.9% en 2019 y 2.5% en 2020, impulsada por el dinamismo de economías como República Dominicana, Bolivia, Panamá, Paraguay, Chile y Perú. Sin embargo, continúan las vulnerabilidades económicas y tensiones socio-políticas en países como Venezuela, Argentina y Nicaragua, economías que se mantendrían en recesión en 2019.

En cuanto a las materias primas, tras algunos meses de caídas, el precio del petróleo se ha recuperado alcanzando en enero unos US$54 dólares por barril. El comportamiento reciente ha estado influenciado por una caída tanto de los inventarios de petróleo como de la producción de la OPEP, así como también por la mayor incertidumbre en los mercados financieros. Asimismo, según la Agencia Internacional de Energía, el precio del petróleo se mantendría en torno a US$55 el barril, en promedio, durante 2019.

En el ámbito interno, la actividad económica continúa creciendo por encima de su potencial, en un contexto de bajas presiones inflacionarias. En efecto, el Producto Interno Bruto (PIB) real se expandió 7.0% durante el año 2018, impulsado principalmente por la inversión y el consumo privado. Consistente con el dinamismo económico, se observa un aumento del crédito al sector privado en moneda nacional en torno a 11.0% interanual en enero de 2019.

Es importante destacar que la tasa de interés pasiva promedio ponderado de la banca múltiple ha aumentado en alrededor de 100 puntos básicos luego del incremento de la Tasa de Política Monetaria de julio de 2018. Este ajuste ha permitido cerrar el diferencial de tasas de interés con respecto a las tasas de EUA, contribuyendo a evitar riesgos en la estabilidad macroeconómica.

Por el lado de la política fiscal, durante 2018 se mantuvo una moderación del gasto público, registrando al cierre del año un crecimiento de 5.9% de las erogaciones, mientras que la expansión de los ingresos alcanzó 12.5% interanual, contribuyendo al proceso de consolidación de las finanzas públicas. En el sector externo, las actividades generadoras de divisas, como el turismo, las remesas y las exportaciones mantienen un notable dinamismo, contribuyendo a que el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos cerrará el año en torno a -1.4% del PIB, a pesar de una mayor factura petrolera. El buen desempeño del sector externo ha facilitado la acumulación de reservas internacionales además de contribuir a la estabilidad relativa del tipo de cambio.

El Banco Central de la República Dominicana se mantiene atento a la evolución de la normalización de política monetaria de Estados Unidos, así como al comportamiento del dólar en el mercado internacional y del precio del petróleo a nivel global, encontrándose preparado para reaccionar de forma oportuna ante cualquier factor que pueda generar desvíos inflacionarios. En ese sentido, el ente emisor reafirma su compromiso de conducir la política monetaria al logro de su meta de inflación y al buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos, contribuyendo así al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.

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