Estabilidad económica a 8 meses con tasa de política monetaria anclada en 5.50%

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La tasa de política monetaria (TPM), que mensualmente revisan las autoridades en su reunión mensual en el Banco Central, completa ahora en marzo el octavo mes en 5.50% anual. En este período hay una constante: El balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, incluyendo informaciones provenientes de indicadores macroeconómicos internacionales y domésticos, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo, son estables.

Julio de 2018 ha sido la excepción cuando se hizo el último movimiento en 25 puntos básicos, es decir, de 5.25% a 5.50% anual. La decisión de incrementar la tasa de referencia se sustentó en un “análisis exhaustivo del balance de riesgos” en torno a las proyecciones de inflación, los principales indicadores macroeconómicos nacionales, el entorno internacional relevante, las expectativas del mercado y los pronósticos de mediano plazo. Los resultados a la fecha establecen que fue la dirección correcta.

Durante los primeros seis meses de 2018, la inflación acumulada fue de 1.43 %, por lo que la inflación interanual de junio de 2017 a junio de 2018 se ubicó en 4.63 %, por encima del punto medio del rango meta de 4.0% +/- 1.0 % establecido en el Programa Monetario.

En su reunión de política monetaria de julio de 2018, el Banco Central BC decidió que, de acuerdo al esquema de gestión de liquidez de corto plazo del BC, la tasa de depósitos remunerados (overnight) subiera de 3.75% a 4.00% anual y la tasa de las facilidades permanentes de expansión (repos), de 6.75% a 7.00% anual.

Previo a la reunión de julio de 2018, los pronósticos de inflación en un escenario pasivo indicaban una tendencia gradual al alza, producto de mayores precios del petróleo, presiones de demanda interna y un aumento en la incertidumbre en los mercados financieros, por lo que se evidenciaba la necesidad de un cambio de postura en la política monetaria que procurara el cumplimiento de la meta en el horizonte de política de dos años.

Respecto a este 2019, la inflación de enero de 2019 fue negativa, al registrar una variación de -0.17% influenciada principalmente por el comportamiento de los precios de los grupos de transporte y vivienda. En ese sentido, la inflación interanual continuó desacelerándose al ubicarse en 0.71%, mientras que la inflación subyacente, que excluye los precios de los bienes y servicios más volátiles, se situó en 2.38%. El sistema de pronósticos indica que la inflación general convergería gradualmente al centro del rango meta de 4.0% +/- 1.0% en 2020.

En el entorno externo, establece el Banco Central, se mantienen las previsiones de que la economía mundial crecería 2.9% durante 2019 y 2.8% en 2020, de acuerdo a Consensus Forecast (CFC). En el corto plazo, el crecimiento de la actividad económica global continuaría impulsado por Estados Unidos de América (EUA).

Contexto regional

En el caso de América Latina, se proyecta que la región estaría creciendo 1.9% en 2019 y 2.5% en 2020, liderada por República Dominicana, Panamá, Bolivia y Paraguay. En ese orden, la economía más grande de la región, Brasil, habiendo salido de una recesión, proyecta un crecimiento económico de 2.4% en 2019, luego de la implementación de un programa de estabilización y ajuste que contemplaba, entre otras políticas económicas, aumentos salariales de 1.8% en 2018 y 4.6% en 2019.

Las economías con débiles fundamentos macroeconómicos, como Venezuela, Argentina y Nicaragua, permanecerían en recesión este año.

En cuanto a las materias primas, el precio del petróleo continúa incrementándose gradualmente, alcanzando un promedio de unos US$55 por barril en febrero.

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