Un panel de críticos de artes visuales, artistas plásticos, gestores culturales y diplomáticos analizó la trascendencia del pintor y escultor ecuatoriano Osvaldo Guayasamín y sus vínculos con la República Dominicana, durante el cierre de la exposición cultural que permaneció abierta durante un mes en el Centro Cultural Banreservas.
Osvaldo Guayasamín es considerado como una de las personalidades latinoamericanas más importantes y de mayor cotización en el mercado (junto al colombiano Fernando Botero). El artista ecuatoriano sostuvo una significativa relación con la República Dominicana y donó varias obras para respaldar causas sociales en el país.
La Muestra Cultural Ecuatoriana incluyó pinturas, dibujos, esculturas y artesanías y fue organizada desde el mes de junio, por la embajada y su titular, Enrique Cadena Suasnavas y el Centro Cultural Banreservas.
Los expositores fueron la gestora cultural Verónica Sención, los críticos de arte visual Abil Peralta y Amable López Meléndez, los artistas Antonio Guadalupe y Dominic Selman y el cónsul ecuatoriano, doctor Lino Pena B.
El panel contó con la presencia del embajador Enrique Cadena Suasnavas y la moderación del presidente de la Academia de Ciencias de República Dominicana, doctor Luis Scheker Ortiz.
Amable López expuso una detallada trayectoria sobre la importancia artística y social de Guayasamín, indicando que pese a su compromiso social y su relación con las fuerzas contestarias de Ecuador y América Latina. Además, fue uno de los artistas más cotizados, llegando a venderse sus obras (en subasta) Quito en Rojo, y Los Desesperados, por 314 mil y 237 mil dólares, respectivamente.
El pintor Antonio Guadalupe explicó que con motivo de una exposición colectiva que se hizo en la capital ecuatoriana, en la que presentó algunas obras que llamaron la atención del maestro, lo mandó a buscar y le organizó una muestra en el Museo Guayasamín, en las afueras de Quito.
Sención dijo que la visita de Guayasamín al país fue un acontecimiento que profundizó la calidad de la relación entre el artista con Juan Bosch y la parte más comprometida de la intelectualidad y artística dominicana, dejando una profunda huella.
Lino Pena analizó el estilo artístico y temáticamente comprometido con el maestro ecuatoriano, de quien consideró que fue impactado por la realidad social de la capital Quito, de la cual afirmó que es la ciudad con mayor número de rebeliones y revueltas contra la injusticia.
La artista visual Dominic Selman, que expuso en el Centro Cultural Banreservas una serie de serigrafías especiales sobre la obra del maestro, dijo que el encuentro con la plástica del ecuatoriano, le produjo una oleada creativa que la ha marcado como artista.