A pesar de que los bonos verdes aún no son una solución rotunda, y de que su emisión no es más barata para la empresa que lo distribuye ni mejoran su perfil, su presencia es muy notable cada vez más en los bolsillos de los inversionistas y en el volumen de colocación va a notarse un récord nuevo en el 2019 con US$220,000 millones.
Un estudio de BBVA que analiza las características de la deuda ESG, explica que dicha suma se conseguirá con diferentes bonos ESG que existen (verdes, sostenibles y sociales), siendo los primeros en dominar el área. Los bonos con categoría de sostenibles han subido su cuota hasta el 10.6% de total de las deudas ESG difundida en los primeros seis meses del año con US$13,000 millones. En tanto que, las sociales representan casi el 6% del mercado de más de US$125,000 millones emitidos en el mundo en ese semestre.
El volumen implica un crecimiento del 42% sobre el mismo período del año 2018. A pesar de eso, este continúa siendo un peso bajo sobre las emisiones de bonos que realizan en todo el mundo.
En estos momentos, hay unos US$584,000 millones de bonos verdes sostenibles y sociales que circulan; representan el 0.5% del total que se acumuló en el globo en deudas cotizadas, y la cifra continúa aumentando.
Para las emisiones verdes, representaron un récord en el mes de mayo, llegando a suponer el 6.7% de todas sus colocaciones en su evolución en el mercado mundial.