En su reunión de política monetaria de noviembre de 2019, el Banco Central (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 4.50% anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis detallado del balance de riesgos respecto a los pronósticos de inflación, incluyendo indicadores macroeconómicos internacionales y domésticos, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo.
La inflación mensual de octubre fue de 0.67%, mientras que la inflación acumulada en los primeros diez meses del año se situó en 3.06%.
Por otro lado, la inflación interanual, es decir de octubre de 2018 a octubre de 2019, se ubicó en 2.48%, manteniéndose por debajo del límite inferior del rango meta. La inflación subyacente, que refleja las condiciones monetarias, se ubicó en 2.23% en octubre.
Por su parte, tanto las expectativas de inflación de los analistas económicos como el sistema de pronósticos del BCRD, señalan que la inflación se acercaría al centro del rango meta de 4.0% ± 1.0% al cierre del año 2019 y se mantendría en torno al valor central de la meta durante el año 2020.
En el entorno internacional, aunque persisten los focos de incertidumbre que han estado gravitando durante este año, en el último mes se han logrado algunos avances en el proceso de negociación entre Estados Unidos de América (EUA) y China, que podría derivar en un potencial acuerdo comercial en los próximos meses.
En ese contexto, Consensus Forecasts mantiene su proyección de crecimiento moderado para la economía global de 2.5% en 2019, mientras el FMI prevé una expansión mundial de 3.0% para este año.
La actividad económica en EUA se ha desacelerado gradualmente, proyectándose que el crecimiento pasaría de 2.9% en 2018 a 2.3% en 2019 y 1.8% en 2020, según Consensus.
Ante el debilitamiento de la economía y la baja inflación, la Reserva Federal (Fed) ha reducido su tasa de referencia en tres ocasiones, acumulando una disminución de 75 puntos básicos en el año. En adición, la Fed ha estado proporcionando mayor liquidez al sistema financiero a través de acuerdos de recompra (REPOS) y compras de letras del Tesoro en el mercado secundario, con el objetivo de reducir las tasas de interés de corto plazo. Hacia adelante, los analistas del mercado no esperan ajustes adicionales de la tasa de fondos federales por lo menos hasta mediados del 2020.
En cuanto a la Zona Euro, las perspectivas de crecimiento se mantienen bajas, ubicándose en 1.1% y 1.0% para 2019 y 2020, respectivamente, condicionadas por las disputas comerciales a nivel global y por la incertidumbre en torno al proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).
Considerando el débil crecimiento y la ausencia de presiones inflacionarias, el Banco Central Europeo continúa implementando el paquete de medidas expansivas anunciadas recientemente, las cuales incluyen el programa de provisión de liquidez para la canalización de crédito al sector privado y la compra de títulos de deuda soberana en el mercado secundario.
Por otro lado, en América Latina (AL) se ha acentuado la incertidumbre como consecuencia de los conflictos sociopolíticos que se han presentado en distintos países latinoamericanos, deteriorando aún más las perspectivas de crecimiento regional hasta 0.4%, de acuerdo a Consensus y 0.2% según el FMI.
El débil desempeño económico de la región está condicionado por tasas de crecimiento negativas durante este año en países como Venezuela, Argentina, Nicaragua, Paraguay y México, así como por la modesta expansión de Brasil y el impacto negativo de las manifestaciones sociales en países como Chile, Bolivia y Colombia.
En cuanto a las materias primas, el precio promedio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se ubicó en torno a US$57 por barril durante el mes de noviembre, permaneciendo por debajo de US$60 dólares el barril, nivel contemplado en el Presupuesto Nacional. Por otro lado, el precio del oro se ha mantenido en niveles altos, promediando US$1,475 dólares por onza troy en el mes de noviembre, al ser utilizado como refugio de valor. Este comportamiento de los precios del petróleo y del oro contribuye a que se mantengan favorables los términos de intercambio de la República Dominicana y beneficiando al sector externo de la economía.
En el contexto doméstico, informaciones preliminares del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) señalan que la demanda interna continúa reaccionando favorablemente luego de la implementación de las medidas de flexibilización monetaria. En efecto, la economía se expandió 5.2% interanual en el mes de octubre, luego de haber alcanzado 5.1% en el mes de septiembre. De este modo, el crecimiento promedio durante en el período enero-octubre fue de 4.8%. El dinamismo que ha registrado la actividad económica en los meses recientes contribuiría a que el crecimiento económico se ubique en torno a su potencial de 5.0% para el cierre del año.
De forma particular, las medidas monetarias expansivas implementadas desde el mes de junio, a través de la reducción en 100 puntos básicos de la tasa de política monetaria y la liberación de más de RD$34 mil millones de recursos del encaje legal a los sectores productivos, han dinamizado el crédito privado, que se ha incrementado 11% en lo que va de año y en torno a 12% en los últimos doce meses.
Las condiciones monetarias permanecerán favorables durante los próximos meses conforme operen los mecanismos de transmisión de la política monetaria, impulsando la demanda interna a través de una mayor inversión y consumo privado.
Por otro lado, se mantiene el proceso de consolidación de las finanzas públicas, previéndose que se alcanzaría un superávit primario al cierre de 2019, según lo estipulado en el Presupuesto Nacional. En el sector externo, las actividades generadoras de divisas, como la inversión extranjera directa y las remesas continúan mostrando un buen desempeño, compensando la moderación reciente del turismo, el cual se espera que se recupere en los próximos meses.
En este entorno internacional complejo, República Dominicana ha mantenido la estabilidad relativa del tipo de cambio, registrando durante el presente año una depreciación acumulada inferior al promedio de los países de AL y de las economías emergentes, como resultado de la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos y de la credibilidad en sus políticas económicas.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y al buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos, contribuyendo así al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. En ese sentido, la institución se mantendrá dando seguimiento a la moderación de la economía mundial y a los factores de incertidumbre tanto externa como interna y su impacto sobre la demanda agregada, encontrándose preparado para continuar reaccionando de forma oportuna ante factores que puedan generar desvíos de la meta de inflación y afectar el crecimiento económico dominicano