A pesar de ser la emergencia climática el tema central del Foro Económico Mundial (WEF), su 50 edición la dedicaron a lo que han denominado el “Capitalismo de los partícipes”, un nuevo manifiesto que apuesta por un modelo económico integrador y sostenible, que corrija los problemas que ha creado el capitalismo y que se han agudizado desde la crisis financiera.
Davos plantea a los ejecutivos que acuden a este encuentro que las empresas paguen un porcentaje equitativo de impuesto, tolerancia cero frente a la corrupción, respeto a los derechos humanos en sus cadenas de suministro y la competencia en igualdad de condiciones.
Tal y como afirmó el fundador de Davos, Klaus Schwab: “El capitalismo descuidó el hecho de que una empresa es un organismo social, además de un ente con fines de lucro. Esto, sumado a las presiones ejercidas por el sector financiero con respecto a la obtención de resultados a corto plazo, provocó que el capitalismo estuviera cada vez más desconectado de la economía real. Somos muchos los que hemos visto que esta forma de capitalismo ya no es sostenible”.
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), las últimas señales de fragilidad económica fruto de las barreras comerciales, obligará a los líderes mundiales y jefes ejecutivos a abordar los desafíos más inmediatos de restablecer el crecimiento y la confianza, en lugar de enfocarse en cómo abordar el cambio climático.
De su lado, el viceprimer ministro chino, Han Zheng, señaló que el país asiático continuará dando pasos para reformar y abrir su economía al mundo con innovación y ayuda del sector privado, con miras al desarrollo global sostenible.
Mientras que los directivos de compañías como Paypal, Huawei o Ericsson, afirmaron que la inteligencia artificial y la tecnología 5G son las bases de la inminente digitalización de la economía, proceso que es percibido por los consumidores.
Entienden que el 5G es el estándar ‘con mayor eficiencia energética jamás desarrollado, y ayudará a romper esta tendencia en el sector móvil’, y además permite a otros sectores reducciones de emisiones que pueden alcanzar el 15 % en 2030.
Una de las ponencias que más han estremecido a la audiencia fueron las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien arremetió con los que llama “profetas del desastre”, y exhortó a que no se le haga caso a nada de lo que dicen.
El presidente estadounidense aseguró que EE. UU. se encargará de su propia economía.
Más tarde en su ponencia, la joven activista Greta Thunberg, criticó a los líderes políticos diciendo que el mundo “en caso de que no lo hayan notado, está actualmente en llamas”.