El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, dijo que América Latina y El Caribe tienen una buena oportunidad para elaborar las reformas fiscales que se requieren, independientemente de los conflictos sociales que han surgido en los últimos tiempos, a raíz de decisiones gubernamentales.
Moreno resaltó que no se trata de las medidas, sino que existe una frustración popular por los altos índices de desigualdad que hay en la región, donde hay 8 de los 20 países más desiguales, y los impuestos solo reducen un 5 % de la desigualdad en promedio, frente al 40 % de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
El experto explicó que este fenómeno se da porque los países latinoamericanos y caribeños perciben menos impuestos (23.3 %) y gastan menos en servicios sociales; los planes sociales son menos progresistas y existe un índice de economía informal. En tanto, los países de la OCDE recaudan un 34.4 %, excepto Argentina y Brasil.
Indicó que en América Latina el impuesto al valor agregado es la principal vía de recaudación con un promedio de 48.5 %, lo que tiende a ser regresivo porque los pobres son los que más consumen, comparado con los países de la OCDE que es de 32.4 %, lo que significa que los pobres pagan más y reciben menos en gasto social, porque los fondos se concentran en pensiones y subsidios, que se enfocan en los hogares de ingreso medio y alto.
El ejecutivo bancario agregó que no se puede postergar más el tipo de reformas que incluyan políticas fiscales más progresistas, ya sea evitando “fugas” en programas existentes o eliminando ventajas impositivas que benefician “a los ricos”. Puso como ejemplo que el BID ayudó en la reforma de México, que aumentó los ingresos en 3.4 % del PIB sin impactar fuertemente al IVA que afecta más los pobres.