Por: Lic. Félix Santana García
Las autoridades del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que por casi 20 años han administrado el aparato Estatal basado en malabarismos financieros y económicos, subterfugios y hábiles creatividades quieren hacer creer que han sido verdaderos gurúes o genios de la administración de las finanzas y economía públicas.
Esto así, ya que han tenido hasta cierto punto, no solo suerte, sino que se han visto favorecidas por condiciones endógenas y exógenas que les ha permitido torear o vadear las corrientes más turbulentas que en dicho lapso se les ha presentado en los aspectos anteriormente señalados.
Es de conocimiento de todos que las autoridades del PLD han gobernado el Estado Dominicano a sus anchas o con bolsillos completamente abiertos o desfondados, sin casi ninguna oposición, con un congreso siempre a su favor y en épocas caracterizadas por el gran flujo de recursos financieros que han sido desembolsados de forma expedita y en abundancia por concepto de préstamos y deudas de bancos e inversionistas nacionales e intencionales.
Además, les ha favorecido los bajos precios que han observado materias primas, commodities o bienes, así como por las fluctuaciones, mayormente hacia la baja, del costo del dinero en los mercados financieros internacionales.
Dadas las bondades locales también han disfrutado de sobreabundancia de liquidez de los bancos y fondos de pensiones, poca agresividad de los sindicatos de trabajadores y pasividad de los sectores más vulnerables que anteriormente por cualquier quítame esta paja del ojo no tenían miramiento para reclamar sus derechos.
Hoy dichos sectores exhiben altos niveles de tolerancia ante las continuas agresiones, injusticias, represiones y baja equidad ante los bajos salarios que hoy perciben los trabajadores a pesar de que año tras año se anuncia con bombos y platillos un crecimiento económico, posiblemente irreal, que deslumbra a los organismos internacionales pero entristece o apena a los dominicanos más necesitados pues este crecimiento se queda en los bolsillos de los privilegiados o beneficiarios del sudor del pueblo trabajador.
La población dominicana se encuentra anestesiada por las dádivas expresadas en: míseras funditas de comida, bono luz, bono gas, entre otras, pero no se le crea nuevas fuentes de trabajo que desarrolle sus habilidades para obtener ingresos sin depender de las autoridades que día por día le subyuga logrando con ello controlar la inconformidad de los dominicanos de a pie que en el momento de ejercer el sufragio electoral se aprovechan de sus necesidades para comprarle su voluntad o pensamiento momentánea a través de un pica pollo, trescientos pesos o una botellita de alcohol.
Hoy las actuales autoridades fiscales con ayuda de las monetarias se vanaglorian de que la deuda y los déficits, que con el paso del tiempo se convierten en más deudas públicas, son sostenibles pero entendidos en materia de finanzas y economía saben que lo que actualmente se presenta como bonanza no tardará en llevar a la nación a una situación de muchas limitaciones dado el alto endeudamiento y los déficits o faltantes de recursos recurrentes.
En el pasado cuando los que hoy gobiernan la nación dominicana criticaban los pequeños déficits fiscales y bajos endeudamientos de gobiernos pasados, hoy son indiferentes ante los altos déficits y desproporcionadas deudas ya que las mismas les favorece con tal de mantenerse en el poder a como dé lugar.
De manera que cada cuatro años las autoridades provenientes del PLD se las han ingeniado para mantenerse en el poder a través de presentar una bonanza floreciente cuando se entiende que esta se encuentra revestida de mucha fragilidad pues la misma está sustentada en dinero ajeno y herramientas monetarias.
La bonanza económica y financiera exhibida actualmente se parece mucho a un gigante pero con pies de barro que en cualquier momento se cuartea y se desploma.
Las nuevas autoridades que han de asumir la administración de los destinos del país, a partir del 16 agosto del presente año, tendrán que ir desmontando todo el espejismo económico y financiero que hoy engañosamente presentan.
Todos saben lo muy frágil que son las finanzas dominicanas que con cualquier brisa económica y financiera débil se desplomarían.
El nuevo gobierno tendrá que actuar con mucha cautela pues sus actuaciones iniciales se encontrarán sobre minas explosivas o sobre tierras movedizas que con una toma de decisión festinada o ligera podrían caerse los naipes, dóminos, paredes y techos de una estructura económica y financiera mal sustentada.
Conforme a estas líneas de razonamiento es menester sugerir al nuevo inquilino de la casa de gobierno nacional antes y durante su mandato tomar todas las medidas de precaución y prudencia para que pueda salir airoso de la frágil y delicada situación de las finanzas públicas.
A decir verdad son muchas las debilidades que tendrá que hacer frente el nuevo gobierno. Muchos pedirán las cabezas de las actuales autoridades pero debe prevalecer la cautela ante la fragilidad de la falsa situación que hoy presentan las finanzas públicas.
El señor Luis Abinader Corona y su Partido Revolucionario Dominicano (PRM) que conforme las últimas encuestas aparece como virtual ganador de las próximas elecciones presidenciales, tendrá que ser comedido en sus actuaciones iniciales hasta tanto conozca todos los archivos que las actuales autoridades le dejarán en sus manos.
El gobernar un país no es cosa para boy scouts o cerebros jóvenes calenturientos sino para personas experimentadas y comedidas que tendrán la tarea de descifrar todo el acertijo de la muy frágil bonanza dominicana.