Santo Domingo.- El Banco Central (emisor) de República Dominicana informó este domingo que mantiene su tasa de política monetaria en 3,50 % anual, tras un «análisis exhaustivo» del impacto de la actual incertidumbre sobre la estabilidad macroeconómica y la evolución futura de la inflación.
El organismo destacó que ese porcentaje, que mantiene por tercer mes consecutivo, es el «más bajo» observado en sus registros históricos.
La institución dijo que para mantener la tasa tomó en consideración sus estimaciones sobre la inflación mensual de abril, que situó en una caída de 0,82 %, mientras que la acumulada durante el primer cuatrimestre fue de -1,14 %, lo que refleja una contracción de la demanda en el sector externo, como sucede con el petróleo.
En ese sentido, estimó que la inflación se mantendría por debajo del límite inferior del rango meta durante el resto del año. Ese rango o intervalo está definido entre un mínimo de 3 % y un máximo de 5 %, con el 4 % como meta central.
Afirmó que las bajas presiones inflacionarias le otorgan mayores grados de libertad para continuar reaccionando oportunamente ante el impacto adverso del COVID-19 sobre la economía dominicana, en caso de que sea necesario.
El Banco Central dijo que cuenta con «altos niveles» de reservas internacionales, equivalentes a aproximadamente el 10 % del productor interior bruto (PIB), «suficientes recursos y herramientas para seguir apoyando al mercado cambiario, de tal forma que sean cubiertas todas las necesidades en divisas de los agentes económicos y del público en general».
En el ámbito internacional observó que prevalece «una alta incertidumbre», a pesar de que en las economías que han superado las fases más críticas de la pandemia se están empezando a levantar las medidas de contención que obligaron el cese de actividades productivas y que han deteriorado el crecimiento económico de forma generalizada.
Destacó el organismo que la alta incertidumbre ocasionada por la pandemia ha provocado un incremento en la volatilidad de los flujos de capitales y afectado las perspectivas de crecimiento de las economías emergentes, motivando una depreciación generalizada de sus monedas frente al dólar estadounidense.
En el caso de América Latina, además de que antes enfrentaba una situación económica debilitada, ha sido afectada por la caída de los precios de las mercancías y por la paralización del flujo turístico mundial, provocando que se proyecte una contracción regional de 5,9 % para 2020.
«En este contexto, los bancos centrales de la región se mantienen implementando de forma generalizada programas de provisión de liquidez y de canalización de crédito al sector privado», sostuvo el Banco Central.
En cuanto a los precios del petróleo y el oro, que, en el caso del primero, República Dominicana es importadora, y el segundo, exportadora, sostuvo que el precio del crudo intermedio de Texas ha mostrado una recuperación parcial en mayo, influenciado por el recorte de producción acordada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados.
En mayo, el Banco Central dijo que el precio de Texas se ubicó en torno a los 30 dólares el barril, nivel similar a la proyección para el resto del año, mientras que el precio del oro permanece elevado, en torno a los 1,700 dólares por onza troy, «al ser utilizado como refugio de valor en un contexto de alta incertidumbre».
La dinámica de los precios de los bienes primarios «beneficia los términos de intercambio para la República Dominicana, lo cual compensaría parcialmente, a través de una menor factura petrolera y mayores exportaciones de oro, el impacto negativo que ha tenido la pandemia sobre el sector externo, particularmente en el turismo, las remesas y las exportaciones como consecuencia de la caída de la economía mundial, dijo el organismo.