En los últimos años, América Latina y el Caribe ha mostrado cada vez más interés y compromiso con las finanzas sostenibles. La Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) elaboró un mapa que permite visualizar la diversidad de iniciativas público-privadas que se multiplicaron en toda la región, con foco en el sector bancario y el de seguros.
En el nuevo contexto mundial de crisis sanitaria, se han multiplicado los desafíos para el mundo empresarial y financiero. El imperativo de un nuevo modelo de desarrollo que equilibre el éxito económico, con el cuidado por las personas y la protección del ambiente, se vuelve el centro de la discusión sobre cómo salir de esta crisis.
En este escenario, las finanzas sostenibles en América Latina y el Caribe se han venido instalando como tendencia en los últimos años y así lo presenta el mapa elaborado por UNEP FI.
“En la región, se han dado dos movimientos de avance en las Finanzas Sostenibles. Por una parte, el sector financiero ha evolucionado de gestión de riesgos (ambientales y sociales) al aprovechamiento de oportunidades (financiamiento de productos y servicios sostenibles). Por otra parte, ha habido una evolución desde acuerdos voluntarios e incentivos a adoptar medidas hacia regulaciones”, indicó Carolina Yazmín López, representante de UNEP FI en Chile.
En este escenario, Brasil, Colombia y México encabezan los esfuerzos de promoción de las finanzas sostenibles. Así lo verificó el IFC en su reporte 2019.
El país pionero en Finanzas Sostenibles es Brasil
En el año 1995 Brasil creó un Protocolo Verde, que es un acuerdo voluntario que surgió del sector bancario junto con el sector gubernamental. El protocolo aborda tres áreas principales: 1) Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales (ARAS) que incluye la identificación, evaluación y gestión de estos riesgos de parte de los bancos; 2) Ecoeficiencia Corporativa en la Institución Financiera (ECIF); y 3) Financiación de productos y servicios sostenibles. El Protocolo Verde se actualizó en 2009.
En el año 2014 el Consejo Monetario Nacional de Brasil emitió una regulación (Resolución 4327) para los bancos en materia de análisis de riesgos ASG que fue replicada en los sectores de seguros e inversión. Ese mismo año, la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAN) lanzó un marco para la creación e implementación de una Política de Responsabilidad Socioambiental. El Marco SARB (Sistema de Autoregulación Bancaria) define que los bancos deben tener políticas y prácticas de gestión ambiental y social de acuerdo con sus necesidades y capacidades (los principios de la relevancia y la proporcionalidad).
En 2016, FEBRABAN y el Consejo Empresarial Brasileño para el Desarrollo Sostenible (CEBDS) crearon las Directrices para la emisión de bonos verdes. Un año después se publicó un manifiesto de inversores brasileños para un mercado fuerte de bonos verdes. Además, con el apoyo de UNEP FI y PRI publicaron la Hoja de ruta del deber fiduciario de Brasil.
Finalmente, en 2019 y bajo el liderazgo de FEBRABAN se creó una hoja de ruta para el sector bancario brasileño en cuanto a la implementación de las recomendaciones del Task Force on Climate Related Financial Disclosures (TCFD) y una Herramienta de evaluación de la sensibilidad al riesgo climático – Guía de implementación para bancos.
Entre otras iniciativas en el país, existe un “Laboratorio de Innovación Financiera (LAB)”, el cual reúne a representantes del gobierno y de la sociedad para promover finanzas sostenibles. Esta es una iniciativa de la Asociación Brasileña de Bancos de Desarrollo (ABDE), el BID y la Comisión de Valores (CVM), en asociación con GIZ.
Por otra parte, Brasil tiene el mercado de seguros más grande de América Latina, y ha sido el primero en comprometerse con la transparencia del riesgo climático en 2018 apoyando así a promover el diálogo sobre formas prácticas y efectivas de cumplir con la recomendaciones de TCFD, a través de la “Declaración de Río sobre la transparencia del riesgo climático por el sector brasileño de seguros” firmada por la Confederación Nacional de Seguros (CNSeg) y el regulador brasileño de seguros (SUSEP).
El liderazgo de Colombia
En 2012, Colombia creó un Protocolo Verde similar al de Brasil, elaborado entre los bancos y el Ministerio de Medio Ambiente, con el impulso de UNEP FI. En 2018, el Protocolo se amplió más allá del sector bancario y fue firmado por Asobancaria, Fasecolda, Asomicrofinanzas, Asofiduciarias, Asofondos, Asociación de Comisionistas de Bolsa (Asobolsa) y Colcapital.
También en Colombia existe un mercado de Bonos Verdes, Sostenibles e incluso otros más nuevos, como los Bonos Naranja (para proyectos culturales).
México en la tríada de líderes
En México hay funcionando un Protocolo de Sostenibilidad desde el 2016. Además, cuenta con unos Principios de Bonos Verdes, y tiene una taxonomía de préstamos verdes, liderado por la Asociación de Bancos de México (ABM). Finalmente, México cuenta con un Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV), que es un grupo nacional de múltiples partes interesadas, que forma parte de los Centros financieros para la sostenibilidad (FC4S).
El resto de Sudamérica no se queda atrás
En Paraguay, existe una Mesa de Finanzas Sostenibles (MFS) desde el 2012, y está conformada actualmente por los bancos que representan más del 90% del sistema bancario de Paraguay. Además, los bancos crearon diversas guías para el financiamiento sostenible de las actividades ganadera, agrícola y agroindustrial, con el apoyo de multilaterales como FMO y el BID.
En 2018 el Banco Central del Paraguay emitió la Resolución No. 8/2018 «Guía para la Gestión de Riesgos Sociales Ambientales para Entidades Reguladas y Supervisadas». La aplicación de estas regulaciones es obligatoria para todas las entidades supervisadas.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) realizará el 21 de mayo el lanzamiento del marco regulatorio y pautas relacionadas con los bonos ODS (bonos verdes, sociales y sostenibles) a través de un webinar de una serie de seis webinars. Dichas normativas fueron realizadas con el apoyo de WWF y UNEP FI, impulsando así la implementación de los bonos ODS, nuevo producto financiero que busca expandir el mercado de valores e impulsar el desarrollo sostenible en el país.
En Perú, hay un Protocolo Verde entre Asbanc y el Ministerio de Medio Ambiente desde el 2014, y en 2016 la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) emitió la Resolución Nº 1928-2015 “Reglamento para la Gestión del Riesgo Social y Ambiental”. En 2018 la Bolsa de Valores de Lima (BVL) publicó una Guía de Bonos Verdes.
En Chile, los primeros eventos de Finanzas Sostenibles se realizaron en 2001 a través de dos Mesas Redondas co-organizadas por UNEP FI. En 2012, se nombró una representante de UNEP FI para Chile. En 2017, UNEP FI y CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, llevaron a cabo y publicaron el reporte pionero “El Desarrollo Sostenible en el Sistema Bancario Chileno”, basado en una encuesta a los bancos del país.
En 2018, la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) lanzó un Segmento de Bonos Verdes y Sociales, basado en los Principios de los Bonos Verdes (GBP) y los Principios de los Bonos Sociales (SBP) de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA) y la Iniciativa de Bonos Climáticos (CBI). En 2019, Chile emitió un bono verde soberano – el único de Latinoamérica y uno de los pocos en el mundo.
En 2019, se creó una Mesa público-privada de Finanzas Verdes, liderada por el Ministerio de Hacienda, en colaboración con UNEP FI, el BID y la Embajada británica en Santiago. En el marco de la Mesa, el año pasado se lanzó un Acuerdo Verde, una Declaración de supervisión y, se cuenta con una hoja de ruta (2020 – 2024). Todos estos productos giran en torno al cambio climático y el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés).
También en 2019, se publicó la Estrategia Financiera sobre Cambio Climático dirigida por el Ministerio de Hacienda y lanzada en la COP 25.
Por su parte, Ecuador, lanzó en 2016 el Protocolo de Finanzas Sostenibles por diez bancos y la Asobanca creó un Comité de Sostenibilidad. UNEP FI apoyó con la implementación y promoción del Protocolo y junto con la CAF, se realizó un reporte basado en una encuesta bancaria sobre desarrollo sostenible. En diciembre de 2019, se realizó la firma colectiva de 9 bancos a los Principios de Banca Responsable (PRB) de UNEP FI en un Congreso de Asobanca y FELABAN.
En Argentina, UNEP FI y CAF – Banco de Desarrollo de América Latina publicaron en 2017 un reporte basado en una encuesta a los bancos sobre Desarrollo Sostenible. En 2006, UNEP FI había realizado una primera encuesta.
En 2019 se realizó el lanzamiento del Protocolo de Finanzas Sostenibles. WWF es uno de los líderes, y junto con 18 bancos con los que se fundó, se tiene el objetivo de construir una estrategia financiera sostenible en la industria bancaria. También en 2019, la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitió una resolución con las Pautas de bonos verdes, sociales y sostenibles.
Centroamérica también muy activa en Finanzas Sostenibles
En Panamá, existe un Protocolo de Finanzas Sostenibles y en 2018 UNEP FI creó el Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles junto con instituciones financieras, el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Medio Ambiente, y los reguladores financieros con el objetivo de crear una hoja de ruta.
La Superintendencia de Bancos de Panamá incluyó el Riesgo Ambiental y Social en la matriz de riesgos que los bancos deben considerar en sus operaciones en 2017.
La Bolsa de Valores de Panamá (BVP) lanzó la Guía de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles.
En Costa Rica, hay un Protocolo Verde desde el 2019, e integra a bancos y otros operadores de crédito, y un año antes desarrolló una hoja de ruta nacional de seguros sostenibles con el apoyo de los Principios de Seguros Sostenibles (PSI).
Finalmente, en El Salvador, existen dos Protocolos, uno para bancos públicos que tiene como contraparte al Ministerio de Medio Ambiente, y otro para bancos privados miembros de la Asociación de Bancos Salvadoreños (ABANSA) y con el apoyo de BID Invest.
“Es muy importante ir avanzando hacia una regulación para dar señales al mercado financiero. Muchos bancos de la región empezaron ya hace años a integrar los lineamientos ambientales y sociales debido a requerimiento de los bancos multilaterales. Sin embargo, un paso más allá sería que todos los bancos integrasen los lineamientos por regulación. Creando reglas iguales para todos para nivelar la cancha, se evitaría que los clientes de los bancos se vayan a la competencia. Pese a esto, hemos observado con los años cómo se han multiplicado las iniciativas voluntarias privadas en la región”, indicó Carolina Yazmín López, representante de UNEP FI en Chile.
Este mapa construido por UNEP FI se suma a otros similares que muestran los protocolos de finanzas sostenibles en la región, como el elaborado por Ecobanking u otros.