Por: Asesoría de la Gobernación
Banco Central de la R.D.
Como ha sucedido en otros países del mundo, la inflación observada en República Dominicana en los últimos meses ha sido el resultado del efecto estadístico generado por el impacto económico de la crisis sanitaria, combinado con el aumento en los precios de algunos bienes primarios y del petróleo en los mercados internacionales. Este último factor ha sido el detonante de importantes aumentos en la canasta básica de consumo y en los costos que enfrentan las empresas privadas.
Aunque resulta indudable que el aumento de la inflación importada ha generado preocupación, como se observó en un encuentro reciente convocado por el presidente Luis Abinader, existe consenso entre los distintos grupos de la sociedad dominicana de que se trata de un fenómeno global y transitorio, asociado a los tiempos de pandemia que vivimos, que no solo afecta a República Dominicana sino a la mayoría de los países del mundo. En esa línea, el gobernador del Banco Central ha insistido en que la inflación actual no es un problema monetario ni fiscal, sino un fenómeno temporal que, tal y como se ha decidido, debe ser abordado con medidas puntuales hasta tanto se disipen los factores que están afectando los precios internacionales.
En este entorno de presiones de corto plazo sobre los precios locales, se ha perdido de vista que el contexto internacional que enfrentan las economías emergentes como la República Dominicana se ha tornado más favorable. Tomando en cuenta esta realidad y, con el propósito de mantener debidamente informada a la opinión pública en general y a los agentes económicos en particular, presentamos un documento que, partiendo del análisis de la política económica global y su impacto en la reactivación de la demanda mundial, considera los avances en los procesos de vacunación para explorar el dinamismo reciente de la economía dominicana y sus perspectivas de crecimiento.
En el documento se muestra que, más allá de los efectos transitorios que ha tenido la inflación importada en el costo de los bienes de la canasta básica dominicana, la economía se está beneficiando de un entorno externo más favorable que ha permitido un mayor flujo de divisas a través de las remesas, el turismo y la inversión extranjera, haciendo más sostenible el crecimiento en el mediano plazo.
1. Política económica global: Efectos en el crecimiento, las remesas y el turismo
La política económica global se ha caracterizado por una respuesta unísona ante la crisis que ha producido la pandemia del COVID-19, ya que desde el principio los organismos internacionales, los gobiernos y los bancos centrales del mundo han reconocido la necesidad de proveer mayor liquidez a las familias y a las empresas y de redireccionar el gasto público para preservar el empleo e ir en apoyo de los sectores más vulnerables. Transcurrido más de un año del inicio de la pandemia, se mantiene el compromiso de los bancos centrales de continuar con los estímulos monetarios para incentivar la reactivación de la actividad económica, aun cuando se ha registrado un repunte en la inflación. A nivel global, los hacedores de política reconocen que se trata de un efecto transitorio, siempre y cuando las expectativas de largo plazo se mantengan ancladas en torno a las metas de inflación.
De igual manera, la política fiscal implementada por la mayoría de los gobiernos se ha concentrado en mantener y ampliar los programas sociales focalizados hacia la población más vulnerable hasta tanto se recuperen los niveles de ingresos y empleos previos a la pandemia. Así, la política económica ha estado caracterizada por una amplia liquidez y tasas de interés bajas que han permitido el inicio de la recuperación de la economía mundial. Por ejemplo, mientras Consensus Forecast estima el crecimiento de Estados Unidos de América (EUA) en 6.7 %, de la Zona Euro en 4.4 % y de América Latina en 4.8 % para 2021.
Es indudable que los efectos de la política económica global han tenido y continuarán teniendo un impacto positivo en la economía dominicana. En el caso particular de Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, cabe destacar que la Reserva Federal ha mantenido su tasa de referencia en niveles históricamente bajos en un rango de 0%-0.25 %, a la vez que continúa inyectando unos US$120,000 millones mensuales a la economía a través de la compra directa de bonos en los mercados de capitales. Asimismo, desde el inicio de la crisis, la política fiscal estadounidense ha otorgado subsidios directos a los hogares y a las empresas, destacándose la reciente aprobación en el congreso del paquete Biden, un conjunto de medidas de corte fiscal que ascienden a unos US$1.9 billones de dólares.
Este contexto internacional más favorable ha repercutido positivamente en la economía dominicana, reflejándose en la dinámica del crecimiento, las remesas y el turismo. En lo referente al crecimiento, el índice mensual de la actividad económica (IMAE) mostró una expansión de 13.4 % interanual en enero-mayo de 2021. Más aún, si se compara con enero-mayo de 2019, periodo previo a la pandemia, el crecimiento alcanzó 4.7 %, indicando un fuerte dinamismo más allá del efecto estadístico producto de la pandemia.
Además de los beneficios derivados de un entorno internacional más favorable, el crecimiento dominicano ha sido impulsado por una política monetaria expansiva cuya provisión de liquidez superó el 5.0 % del producto interno bruto -PIB- (RD$215,000 millones) y por una política fiscal orientada a preservar empleos y promover la protección de los sectores de menores ingresos. Este desempeño permite estimar que la economía crecería, de forma conservadora, entre 8 % y 9 % para 2021.
En cuanto a las remesas, se ha observado un crecimiento extraordinario en los envíos de la diáspora dominicana impulsados por el efecto positivo en los ingresos de los hogares de la política de estímulo fiscal de EUA. En ese sentido, en enero-junio el flujo de remesas al país ascendió a US$5,263.1 millones, monto superior en US$1,788.2 millones a las recibidas en igual periodo del año anterior, mostrando un crecimiento de 51.5 % interanual, lo que permitiría estimar un nivel de remesas superior a los US$10 mil millones durante 2021.
Por su parte, el turismo comienza a recuperarse ante un mayor dinamismo en la economía mundial e importantes avances en los procesos de vacunación y en el combate de la pandemia. En el caso de República Dominicana, en una declaración reciente el ministro de Turismo afirmó, de forma preliminar, que en el mes de junio se habían recibido más de 460,000 visitantes, aproximadamente un 80 % del número de visitantes que llegaron al país en el mismo mes del año 2019. En efecto, datos publicados por el Banco Central confirman esta versión, al registrar de manera oficial unos 462,536 visitantes para el mes de junio. En lo que va de año habrían visitado el país 1,897,643 personas, 36.1 % más que los visitantes recibidos en enero-junio del pasado año. De continuar esta tendencia, podría esperarse que el número de visitantes a territorio dominicano supere los 4.5 millones en el presente año.
Cabe indicar que las nuevas tendencias de viajes de los turistas apuntan a estadías más largas y a destinos que permitan el teletrabajo, no solo en habitaciones hoteleras sino también en propiedades de renta. Esto hace de República Dominicana un destino ideal, ya que tiene disponibles más de 30,000 unidades de renta, con un promedio de 2.3 habitaciones, con capacidad de albergar a más de 165,000 personas, según estimaciones de la firma Transparent, sobre la base de datos de plataformas de renta como Airbnb, Booking, Homeaway y Tripadvisor. Estas propiedades de renta están ubicadas en los principales polos turísticos como Punta Cana, Santo Domingo, Sosúa, La Romana, Puerto Plata, Las Terrenas, entre otras.
2. Reactivación de la demanda global en un contexto de expectativas positivas: Potenciales efectos sobre la economía dominicana
El entorno externo más favorable al que hemos hecho referencia se refleja también en los mercados accionarios y en los mercados de bienes primarios y metales. Después de más de un año en que la economía mundial se mantuvo rezagada, los principales indicadores accionarios y los precios internacionales de los bienes primarios han aumentado, lo que más allá de ser un problema transitorio que afecta la inflación resulta en una señal contundente de una reactivación más acelerada de lo previsto.
En el caso de los índices bursátiles, representativos de las acciones de las principales empresas de diferentes sectores económicos, se observa una tendencia al alza, registrando al cierre de junio de 2021 aumentos interanuales de 33.7 % en el caso del Dow Jones, de 38.6 % en el índice de Standard & Poor’s y de 44.2 % en el índice de acciones de empresas tecnológicas Nasdaq. En cuanto a los precios de los bienes primarios los aumentos observados hasta el mes de junio indican una recuperación de la demanda mundial que se refleja en incrementos interanuales en metales como el cobre (58 %) y el aluminio (61 %) y en bienes primarios como el trigo (37 %), la soya (64 %) y el maíz (113 %).
Una noticia positiva es que, aunque los precios de los bienes primarios aún se mantienen elevados, durante el mes de junio se comienza a verificar un retroceso en algunos de los productos más importantes. En ese sentido, se observa un descenso con relación al mes de abril de los precios del trigo, el maíz y la soya al registrar -9.6 %, -2.7 % y -7.7 %, respectivamente. Esta tendencia a la baja en los commodities comienza a reflejarse en la inflación dominicana que se situó en 9.32 % interanual en junio, moderándose con respecto al dato de mayo que alcanzó 10.48 %. Este comportamiento continuará en los meses siguientes y la inflación convergería a la meta de 4 % ± 1.0 % en el horizonte de política.
Por otro lado, el oro que sirve de refugio de valor para los inversionistas ante la incertidumbre, ha retrocedido del nivel máximo alcanzado en agosto de 2020 de US$2,051 dólares la onza troy, hasta registrar al cierre de junio del presente año un precio de US$1,771.6 dólares, lo que refleja que se ha disipado la aversión al riesgo que introdujo la pandemia en el 2020. Otro indicador del mayor dinamismo de la demanda global es el precio del petróleo (WTI) el cual se ubicó en US$73.47 el barril al 30 de junio de 2021, un aumento interanual de 87.1 %.
Es indudable que los fuertes fundamentos macroeconómicos y la confianza que tienen los inversionistas en el manejo de la política económica en República Dominicana, permitirán al país beneficiarse de este contexto de recuperación de la demanda externa, así como de las expectativas positivas a nivel global que sugieren los indicadores accionarios.
Un indicador que favorece esta argumentación y que ha contribuido a amortiguar el efecto de la inflación importada en los precios domésticos, es el desempeño reciente del tipo de cambio dominicano. Al cierre de junio del presente año, el peso dominicano ha exhibido uno de los mejores desempeños en América Latina con una apreciación de 2.0 %, mientras que otros países han experimentado importantes depreciaciones como es el caso de Argentina (-12.1 %), Colombia (-8.6 %), Perú (-6.4 %) y Chile (-3.1 %).
El fortalecimiento del peso dominicano también ha sido posible por la sólida posición de reservas internacionales. De hecho, aun en medio de las condiciones adversas de la pandemia, las reservas internacionales se encuentran en un nivel histórico con más de US$12,500 millones, equivalentes a un 14.3 % del PIB y a 7.6 meses de importaciones, superando en un 74.2 % al nivel observado en igual periodo del año anterior.
3. Avances en la vacunación: Una condición necesaria para aprovechar la reactivación de la economía mundial.
Existe consenso en el debate económico internacional de que una vez se disipen las condiciones de crisis originadas por el COVID-19, la velocidad de recuperación de las economías emergentes y de los países en desarrollo dependerá en gran medida de cómo hayan enfrentado la crisis de salud, de los avances logrados en la vacunación y de la condición en que se encuentren los fundamentos de sus economías.
En ese sentido, República Dominicana debe resultar gananciosa de este entorno externo más favorable, ya que ha enfrentado la crisis sanitaria con mayor éxito que otros países de la región a la vez que presenta notables avances en su plan de vacunación. En la actualidad, se han vacunado más de 5,200,000 dominicanos, lo que indica que alrededor del 48 % de la población total ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
Los avances de República Dominicana en el proceso de inoculación de su población la ubican en tercer lugar en América Latina solo superada por países como Chile y Uruguay, líderes de la región, con procesos de inoculación que alcanzan 69 % y 68 %, respectivamente. Cabe destacar que otras importantes economías de América Latina como es el caso de Argentina (43 %), Brasil (40 %), Costa Rica (33 %), México (27 %), Colombia (26 %) y Perú (16 %) se encuentran rezagadas en sus procesos de vacunación comparados con el país.
En adición a los avances en la vacunación y su influencia positiva en la recuperación económica, República Dominicana es reconocida como uno de los países que ha hecho su tarea implementando políticas que han contribuido a enfrentar la crisis sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica. Esto, junto a los fuertes fundamentos de la economía, ha redundado en un mejor trato por parte de las calificadoras de riesgos en comparación con otras economías de la región y en la confianza de los inversionistas en el desempeño económico.
4. Conclusiones
En su reciente visita al país para la consulta de Artículo IV, la misión del Fondo Monetario Internacional emitió una nota de prensa donde afirma que “República Dominicana está preparada para una fuerte recuperación económica en el 2021, respaldada por las respuestas de políticas, el repunte mundial y la rápida campaña de vacunación”. Sin lugar a dudas, la respuesta de política económica dominicana, junto a la mejoría que se observa en el contexto internacional ha contribuido a sentar las bases para una recuperación sostenida, la cual, cabe decir, no está exenta de riesgos, siendo los elementos de mayor incertidumbre las nuevas variantes del coronavirus que han surgido, así como la efectiva contención de la pandemia.
En este escenario, es importante mantener tanto los estímulos monetarios y fiscales como forma de garantizar la sostenibilidad del crecimiento, hasta tanto se logre vacunar a la mayor parte de la población y contener los riesgos de la pandemia. De esta manera, con el compromiso de la política monetaria con la estabilidad de precios y el interés del gobierno en relanzar las inversiones a través del esquema de alianzas público-privada, la recuperación de la economía dominicana deberá seguir avanzando de manera firme en los próximos meses, esta vez ante un entorno externo más favorable.