Riesgo cambiario posible ante el exceso monetario

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El exceso monetario que genera el gasto extraordinario de los meses finales del año probablemente no se refleje tanto en la producción, sino en el consumo, lo cual tiende a presionar la tasa de cambio a principios de año. Según datos del Banco Central, el dólar pasó de RD$50.29, en enero, a RD$52.76 para la compra, mientras que de RD$50.38 a RD$52.87 para la venta en este período, lo que significa una depreciación acumulada de 4.9% en este período.

Según Rafael Espinal, coordinador de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), a partir de lo sucedido en estos primeros meses, hay una característica distinta: Este año la tasa de cambio ha tenido un comportamiento inusual, a pesar de que el Banco Central ha intervenido en el mercado y que el crecimiento no ha sido del 7%. A pesar de eso, señala, ha habido presión sobre la tasa de cambio.

Para Espinal, uno de los elementos preocupantes en este contexto es lo que podría suceder con la inflación, al tiempo de reconocerle al Banco Central que su meta de inflación ha sido loable. “Ahora el Banco Central tal vez tendrá que retroceder en la política monetaria que tuvo a mediados de año y volver a aumentar la tasa de referencia, contener el flujo monetario para evitar presiones sobre la tasa de cambio y sobre los precios, lo que “podría ralentizar la economía para el año que viene”.

Política monetaria
“La política monetaria el año que viene tiene que ser restrictiva, aun cuando eso tiene efectos en el producto interno bruto (PIB) y el Banco Central lo sabe. El final de cuentas esa expansión del gasto se reflejará en los precios, en las importaciones y generará presiones sobre la tasa de cambio”, indicó.

Con las medidas del Banco Central, tomadas a partir de junio, como lo fue la reducción de la tasa de política monetaria y la liberación del encaje legal, ha habido un cierto empuje, por lo que estima que la economía podrá cerrar en alrededor del 5% en 2019.

“Desde mi punto de vista, este crecimiento se aproxima al histórico. Eso, naturalmente, tiene el sabor dulce de que los efectos adversos de la economía internacional todavía no tienen manifestaciones duras en nuestro país”, entiende el economista.

Espinal destaca que el crecimiento se logrará a pesar del panorama político “novedoso” y que, según el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, ha tenido incidencia en el desempeño de las actividades durante este año.

“Quien tiene en carpeta cualquier inversión toma en consideración que un ambiente político para el 2020, con expectativas de dificultades, prefiere mantener esa inversión en stand-by (en espera) y por otro lado hay que mencionar que los efectos del turismo han sido, quizá, lo más fuerte. Somos una economía abierta por remesas, turismo, zonas francas y diversificada, al tiempo que no dependemos del precio del petróleo porque no somos exportadores”, explicó.

Para Espinal, de todos modos, la economía mundial ha entrado en un ciclo de baja productividad quizá porque “el ciclo económico del crecimiento ha llegado a su tope”. Estima que esta situación del estancamiento pudiera permanecer por varios años. Piensa que ese es el mayor riesgo de la economía dominicana.

El economista rechaza que el flujo turístico haya caído exclusivamente por el tema relacionado con los casos que lamentablemente se registraron durante la primera mitad del año. Lo conecta, más bien, con el proceso de ralentización de la economía global, por lo que, a su entender, todos los que tienen preocupaciones respecto al futuro económico, principalmente en sociedades con altos conocimientos, suspenden proyectos de turismo que pudieran estar previstos para República Dominicana o cualquier otro destino.

Extensión del gasto
El economista Luis Manuel Piantini destacó que el último trimestre siempre ha sido de crecimiento en la economía dominicana, básicamente por el consumo y por las exportaciones tradicionales, “aunque ya está cambiando y se nota más homogeneidad”.

Entiende que con la situación que hay en el sector externo, es muy delicado que al gasto que se cierre en diciembre también resulta delicado el otro gasto: el político, ya que el año próximo es de elecciones en febrero y mayo.

Lo que estima Piantini es que habrá dos episodios para la expansión fuerte del gasto, ya que sólo en el caso de los ayuntamientos son miles de candidaturas, a los que hay que agregarle los aspirantes a llegar al Congreso y Presidencia de la República. En ese sentido, estima que posiblemente el Banco Central tendrá que “meter el freno”.

Piantini considera que la economía dominicana está ante importantes retos durante el próximo año, principalmente porque será un período de electoral que, por lo general, motiva a incrementar el gasto público.

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