El banco español Santander dijo el viernes que está confiado en que su división estadounidense logrará un crecimiento “significativo” en sus ganancias en los próximos años mientras continúa con el proceso de optimizar su estructura de capital.
“Soy optimista sobre la evolución de Santander en los Estados Unidos (…) aún hay margen de mejora para generar ingresos adicionales en la banca mayorista y corporativa”, dijo el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, en la junta anual de accionistas.
En el último trimestre de 2017, la filial de Santander en Estados Unidos registró una pérdida de 5 millones de euros después de asumir cargos inesperados relacionados con provisiones para huracanes y un aumento en la participación del banco español en Santander Consumer USA al 69 por ciento.
En 2017, la división estadounidense pagó dividendos por primera vez en seis años después de superar la prueba de resistencia financiera de la Reserva Federal.
Santander dijo además que aspira a pagar un dividendo de 0,23 euros por acción en los resultados de 2018, lo que supone un aumento del 4,54 por ciento con respecto a 2017, según su presidenta, Ana Botín.
En declaraciones realizadas en la junta de accionistas, Botín dijo que Santander pretendía avanzar hacia un dividendo completamente en efectivo en 2019.
Botín aseguró además que la prioridad del banco seguiría siendo el crecimiento orgánico, pero que buscaría oportunidades para el crecimiento externo.