La OPEP pronosticó este miércoles que la demanda mundial de crudo superará los 100 millones de barriles diarios (mbd) el próximo año, al aumentar en un 1.47% respecto al consumo de 2018, y aseguró que sus quince miembros podrán garantizar “el suministro suficiente para apoyar la estabilidad del mercado”.
En su primera estimación para el año 2019, publicada en el informe mensual de julio, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cifra en 100.3 mbd la demanda petrolera el planeta, frente a la media de 98.85 mbd prevista en 2018.
La organización, que según el documento ha abierto sus espitas en junio al aumentar su bombeo conjunto en 173.400 bd (hasta totalizar 32.32 mbd) respecto a mayo, advierte no obstante de diversos factores de incertidumbre que pueden modificar el panorama, como las actuales tensiones por los aranceles de importación.
El documento alude así a la “guerra de aranceles” desatada después de que Estados Unidos impusiera elevados aranceles a las importación de productos de China, Europa y otros países, que han respondido a su vez con medidas similares.
De momento, “el resurgimiento de las barreras comerciales ha tenido solo un impacto menor en la economía global” y el citado pronóstico para 2019 parte de la base de que “no habrá un aumento significativo en aranceles comerciales y que las disputas actuales serán resueltas pronto”, explica el informe.
Pero, añaden los analistas de la OPEP, si por el contrario hay una escalada aún mayor, la guerra de aranceles puede “afectar negativamente a la inversión, los flujos de capital y el gasto del consumidor, con un ulterior efecto negativo” sobre la demanda energética.
Sea como sea, con la visión optimista de que se evitará llegar hasta tal punto, la OPEP prevé que el incremento anual del consumo de “oro negro” sea en 2019 de 1,45 mbd, algo más moderado que el de 1.65 mbd (ó un 1.7%) calculado para este año.
Estas cifras están basadas en unas expectativas de crecimiento de la economía mundial del 3.8% en 2018 y de 3.6% en 2019.
Para satisfacer la mayor demanda, el mundo contará, según la OPEP, con unos 2 mbd adicionales este año y otros 2.1 mbd el próximo, provenientes todos de fuera de la OPEP, principalmente de Estados Unidos, Brasil, Canadá, Kazajistán y Australia.
“Estas previsiones sugieren que la demanda para el crudo de la OPEP mediará 32.2 mbd en 2019″, por debajo de los 32.9 mbd de 2018, explica el informe tras especificar que dichos cálculos incluyen la producción de Congo, país que se integró en la organización como décimo quinto miembro el 22 de junio.
Por lo tanto, si la economía mundial tiene un comportamiento mejor de lo esperado y conduce a un mayor crecimiento de la demanda de crudo, la OPEP continuará teniendo suficiente suministro para apoyar la estabilidad del mercado”, afirma el documento.
Los temores a una oferta ajustada, atizados por la caída del bombeo de Venezuela, cortes de suministros de Libia y Angola, y el temor a una reducción de las exportaciones petrolíferas de Irán como consecuencia de las nuevas sanciones de EEUU contra Teherán, han impulsado al alza los precios del crudo.
El barril referencia de la OPEP cotizó el martes pasado a 76.34 dólares por barril, cerca del pico alcanzado el pasado 22 de mayo, de 77.19 dólares, su valor más alto desde noviembre de 2014.
La OPEP, Rusia y otros ocho productores aliados propiciaron el encarecimiento mediante un fuerte recorte de sus extracciones que entró en vigor el 1 de enero de 2017 y que luego fue mayor que la reducción prevista inicialmente, de 1.8 mbd.
En su última reunión, celebrada el 22 y 23 de junio pasados en Viena, el grupo de 25 países acordó un aumento de la producción en un millón de bd para cumplir “al cien por cien” con el pacto.
Las cifras publicadas en el informe de este miércoles revelan que solo Arabia Saudí incrementó ya en junio hasta los 10.42 mbd, 405,400 bd más que el mes anterior.
Con ello, el reino wahabí, el mayor exportador mundial de crudo, junto a otros socios como Emiratos Árabes Unidos o Catar, compensó con creces los retrocesos registrados en las extracciones de otros países miembros, como Libia (-254,300 bd), Angola (-88,000 bd), Venezuela (-47,500 bd) o Irán (-22,700 bd).