Nestlé se convirtió en la primera empresa en emitir deuda corporativa senior a 10 años con interés negativo, equivalente a un monto de 750 millones de euros en bonos con vencimiento en 2029, pasando de una rentabilidad de 1,2% (con el que comenzó 2019) al -0,11% anual (que alcanzó cuando cerró la operación este pasado martes), según anunció Bloomberg.
Esta operación empezó con los bonos soberanos y ahora ha pasado a los corporativos, marcando un hito en la historia y convirtiéndose en algo normal de los mercados, que contradictoriamente, en vez de percibir intereses por sus inversiones, están pagando por comprar deudas de las compañías.
Luego de esta transacción, la multinacional suiza, cuya calificación crediticia es de Aa2 según Moody’s y de AA-, según S&P y Fitch, ha mejorado su perfil de riesgos que en dos años exigían 22 puntos en el estándar del mercado de midswap; ahora se ha reducido a solo 5 puntos básicos.
Aunque la deuda es negativa, Nestlé logra la aceptación para financiar en euros en caso de que lo vuelva a requerir, ya que solo se financiaba en bonos en dólares. Además, según el analista de Bloomberg, Tasos Vossos, estos bonos siguen 60 puntos básicos por encima de la deuda soberana alemana.
