Cada vez que se realiza una transferencia bancaria, al cliente le es debitado el equivalente a RD$0.0015 por cada peso, monto que a final de año se engrosa en las arcas del estado.
La DGII, en su informe anual correspondiente a enero-diciembre 2018, mostró que la recaudación ascendió a más de 8,130 millones de pesos por el impuesto sobre Cheques y Transferencias Bancarias.
Dicho monto representó un aumento de 1,022.8 millones al mismo período del año anterior, para un crecimiento de 14.4%.
En lo que va de 2019 se han recaudado RD$6,296.03 millones de pesos por este concepto, 307.41 millones más que el mismo período del año anterior. Marzo y mayo fueron los meses en los que se registraron los mayores ingresos, ascendentes a 828.7 y 830.7 millones respectivamente.
Con relación a estas recaudaciones, la DGII define esta retención como “un impuesto que se aplica sobre el valor de los cheques de cualquier naturaleza pagados por las entidades de intermediación financiera, sobre los pagos realizados a través de transferencias electrónicas, y sobre las transferencias por concepto de pagos a la cuenta de terceros en un mismo banco”.
Este gravamen no se aplica al retiro de efectivo en cajeros automáticos y en las oficinas bancarias, a los pagos de la Seguridad Social, a las transacciones y pagos realizados por los Fondos de Pensiones, al uso de tarjeta de crédito, a los pagos y las transferencias hechos a favor del Estado Dominicano por concepto de impuestos, a las transferencias de una cuenta a otra cuenta de la misma persona, siempre que sea en un mismo banco, a algunas transacciones realizadas por el Banco Central, entre otras.
