Una crisis sin precedentes podría llevar a 60 millones de personas a la pobreza extrema
CIUDAD DE WASHINGTON. El Grupo Banco Mundial (GBM) anunció hoy que sus operaciones de emergencia para combatir la COVID‑19 (coronavirus) han llegado a 100 países en desarrollo, donde vive el 70 % de la población mundial. Desde marzo, el GBM ha proporcionado en muy poco tiempo niveles sin precedentes de apoyo para ayudar a los países a proteger a los pobres y vulnerables, reforzar los sistemas de salud, mantener el sector privado e impulsar la recuperación económica. Este apoyo, la mayor y más rápida respuesta a la crisis en la historia del GBM, marca un hito en el cumplimiento de su promesa de proporcionar USD 160 000 millones en donaciones y asistencia financiera a lo largo de 15 meses para ayudar a los países en desarrollo a responder a las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la COVID-19 y al cierre de las economías en los países avanzados.
“La pandemia y el cierre de las economías avanzadas podrían llevar a 60 millones de personas a la pobreza extrema, anulando gran parte de los recientes avances realizados en la mitigación de la pobreza”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “El Grupo Banco Mundial ha actuado con rapidez y decisión para establecer operaciones de respuesta de emergencia en 100 países, con mecanismos que permiten a otros donantes ampliar rápidamente los programas. Para volver a crecer, nuestro objetivo debe ser dar respuestas rápidas y flexibles mediante las que hacer frente a la emergencia sanitaria, proporcionar dinero en efectivo y otro tipo de apoyo ampliable para proteger a los pobres, mantener el sector privado y fortalecer la resiliencia y la recuperación económicas”.
De los 100 países, 39 se encuentran en África al sur del Sahara. Casi un tercio del total de los proyectos se encuentran en países afectados por situaciones de fragilidad y conflictos, como Afganistán, el Chad, Haití y Níger. La Corporación Financiera Internacional (IFC) (i) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) (i) también han agilizado el apoyo a las empresas de los países en desarrollo, incluido el financiamiento para el comercio y el capital de trabajo para mantener el sector privado, el empleo y los medios de subsistencia.
El apoyo del GBM mediante donaciones, préstamos e inversiones de capital se complementará con la suspensión bilateral del servicio de la deuda, de conformidad con lo aprobado por los gobernadores del Banco. Los países que reúnen los requisitos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y que solicitan la condonación de sus pagos de la deuda bilateral oficial dispondrán de más recursos financieros para responder a la pandemia de COVID-19 y financiar respuestas de emergencia críticas para salvar vidas.
“La suspensión bilateral del servicio de la deuda que se ofrece liberará recursos cruciales para que los países de la AIF puedan financiar sus respuestas de emergencia a la pandemia”, dijo Malpass. “Las naciones deben actuar con rapidez para aumentar sustancialmente la transparencia de todos los compromisos financieros de sus Gobiernos. Esto aumentará la confianza en el clima de inversión y fomentará una deuda e inversión más beneficiosas en el futuro”.
La respuesta operacional del GBM fortalecerá los sistemas de salud, apoyará a los hogares más pobres y creará condiciones de apoyo para mantener los medios de subsistencia y los empleos de los más afectados. Las operaciones realizadas en los países brindarán ayuda a las familias más pobres mediante transferencias monetarias y apoyo al empleo; mantendrán la seguridad alimentaria, la nutrición y la continuidad de los servicios esenciales, como el agua potable y la educación; se centrarán en los grupos más vulnerables, incluidas las mujeres y las comunidades desplazadas por la fuerza, que tienen más probabilidades de verse afectadas, y procurarán el apoyo de las comunidades a los hogares vulnerables y el fomento de la cohesión social. La magnitud y la rapidez de la respuesta del GBM son fundamentales para ayudar a los países a mitigar los efectos adversos de esta crisis y dar prioridad a las inversiones en capital humano que contribuyan a acelerar la recuperación.
Las operaciones del GBM en 100 países tienen por objeto salvar vidas, proteger los medios de subsistencia, aumentar la resiliencia e impulsar la recuperación:
Fortalecimiento de los sistemas de salud, vigilancia y prevención, en particular en los países de ingreso bajo y en situaciones de fragilidad y conflicto: la respuesta sanitaria del GBM aborda las necesidades de contención y mitigación de emergencia de la COVID‑19, especialmente la mejora de los sistemas nacionales de salud, para tratar los casos graves y salvar vidas. Considerando el rápido incremento del número de casos en algunos de estos países, resulta prioritario establecer y apoyar esfuerzos para situaciones de fragilidad y conflicto.
Se está procediendo al desembolso de USD 20 millones para Senegal (i) y de USD 35 millones para Ghana (i), que incluyen fondos para fortalecer los sistemas de vigilancia de enfermedades, los laboratorios de salud pública y la capacidad epidemiológica para la detección temprana. Se ha aprobado una donación de USD 20 millones de la AIF para Haití (i), que tiene por objeto mejorar las pruebas, reducir al mínimo la propagación mediante el rastreo de contactos de los casos confirmados y proporcionar equipamiento de laboratorio y de protección para el personal sanitario.
Ampliación de la protección social: el GBM está aprovechando los sistemas de protección social existentes en los países para ayudar a las familias y las empresas a restablecer los ingresos, preservar los medios de subsistencia y compensar el aumento de los precios y los gastos médicos imprevistos. Será necesario ampliar las redes de protección social mediante la distribución directa y segura de alimentos, acompañada de información clave sobre nutrición, distanciamiento social e higiene.
Se han aprobado USD 95 millones para Uzbekistán (i), que se destinarán a asistencia monetaria para familias de ingreso bajo y a prestaciones únicas por desempleo, mientras que en Túnez (i) se están reasignando USD 100 millones de la cartera existente para contribuir al financiamiento de prestaciones sociales adicionales y donaciones a pequeñas y medianas empresas.
Apoyo a las empresas y protección de los empleos: la Corporación Financiera Internacional (IFC) sigue aplicando su mecanismo de financiamiento rápido con una dotación de recursos de USD 8000 millones (i), que tiene por objeto mantener a las empresas en funcionamiento y proteger los puestos de trabajo. Cerca de 300 clientes han solicitado apoyo, y puede que las peticiones superen los fondos disponibles del mecanismo. Basándose en este esfuerzo y en la demanda del mercado, IFC se propone aportar USD 47 000 millones en financiamiento a los países en desarrollo en un período de 15 meses. Los compromisos acumulados de IFC en relación con la COVID‑19 en el marco del Programa Mundial de Financiamiento para el Comercio (i) —que brinda apoyo a las pequeñas y medianas empresas de las cadenas de suministro mundiales— han totalizado 1200 transacciones en 33 países por valor de USD 1400 millones, con un 51 % de este volumen en países de ingreso bajo y en situaciones de fragilidad.
Provisión de equipo y suministros médicos: muchos países en desarrollo importan la mayoría —y en algunos casos la totalidad— de los suministros médicos esenciales para luchar contra la COVID‑19, lo que los hace sumamente vulnerables a las interrupciones de suministros y a las restricciones a las exportaciones.
Ya se han entregado a Pakistán (i) los primeros envíos de equipos de protección personal (EPP) destinados a médicos y paramédicos, entre los que se incluyen mascarillas, guantes, trajes protectores, batas, buzos, cubiertas de zapatos, gafas y protectores faciales. Esta asistencia forma parte de un conjunto más amplio de medidas que incluye USD 25 millones para transferencias monetarias de emergencia a hogares pobres y vulnerables. El 23 de abril, el Banco Mundial aprobó USD 100 millones para Filipinas (i) para la adquisición de materiales como PPE, medicamentos esenciales, kits de análisis y equipamiento clave, como respiradores mecánicos, monitores cardíacos y máquinas de rayos X portátiles. En Iraq (i), el Banco Mundial reasignó USD 33,6 millones para ayudar a financiar la provisión de equipo y suministros esenciales y fortalecer la capacidad de las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales públicos.
El GBM ayuda a los países a acceder a suministros y equipamiento de importancia crítica, por ejemplo, identificando a los proveedores interesados y negociando con ellos precios y condiciones.