Métrica financiera mundial defectuosa descrita Informe presentado Universidad Yale

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NUEVA YORK, – Un informe de investigación presentado en la Universidad de Yale señala que el sistema de clasificación predominante en el mundo financiero, el GICS (sigla en inglés para Clasificación Industrial Global Estándar), tiene defectos inherentes dado que omite factores de sostenibilidad material. Al otro lado del espectro, el sistema de clasificación SICS (sigla en inglés para Sistema de Clasificación Industrial Sostenible) creado por el Consejo de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB, por su sigla en inglés) es defectuoso porque enfatiza en exceso la métrica de sostenibilidad en comparación con la métrica financiera tradicional.

El gerente de inversiones del Richmond Global Compass Fund, Decio Nascimento, presentó el informe titulado «Industry Classification and Environmental, Social and Governance (ESG) Standards» (Estándares Ambientales, Sociales y de Gobernanza y Clasificación de la Industria) en el Simposio Iniciativa sobre Finanzas Sostenibles 2018 de la Universidad de Yale sobre el Estado de los Estándares de Divulgación ESG el 2 de noviembre de 2018.

Richmond Global Compass concluyó que integrar ambos sistemas superponiendo los grupos de la industria SICS a los de GICS crea un sistema de clasificación más preciso, uno que disminuye significativamente las correlaciones entre sectores diferentes. Este resultado tiene grandes repercusiones, porque demuestra que depender de cualquiera de estos sistemas inferiores ofrece una representación distorsionada de ciertos factores de riesgo dentro de la cartera de una administradora; por lo tanto, podría constituir un incumplimiento del deber fiduciario.

Richmond Global Compass presentó datos empíricos concluyentes a partir de este estudio. Primero, los sistemas de clasificación GICS y SICS fueron probados individualmente. Cabe señalar que Richmond Global Compass demostró que al GICS le iba mucho mejor que al SICS en firmas clasificadoras de características similares juntas. Una explicación que se dio fue que el GICS actualmente se utiliza para clasificar más del 95% de los mercados de capitales, lo que refuerza el circuito de retroalimentación entre el sistema y aquellas administradoras que lo despliegan.

La firma a continuación dio un paso más con el estudio e integró los dos sistemas fusionando los 11 sectores GICS con los 10 sectores SICS a fin de crear un nuevo sistema de clasificación con 110 sectores potenciales; algunos sectores eran conjuntos nulos, así que el número real de sectores osciló entre 30 y 40. Luego, Compass puso a prueba este sistema de clasificación de la misma forma que hizo con GICS y SICS y los resultados fueron asombrosos: sobre varios conjuntos de datos, tales como empresas S&P1500 de pequeña y gran capitalización, y entidades británicas de pequeña y gran capitalización, el 95% de los sectores registró mejoras en sus correlaciones entre sectores. En otras palabras, las compañías que fueron clasificadas en sectores distintos demostraron estar menos relacionadas entre sí en términos de sus movimientos de precio de acción. Es más, dentro del 95% de los sectores que registraron mejoría, la magnitud promedio de estas mejoras fue del 51%.

Richmond Global Compass estima que queda más trabajo por hacer en este ámbito, pero que las conclusiones del estudio inicial son prometedoras. A medida que Compass hace evolucionar su plataforma de aprendizaje de máquina, el conocimiento de la firma en materialidad mejorará y se podrá desarrollar un sistema de clasificación incluso más sólido que equilibre adecuadamente todas las métricas materiales financieras y no financieras. Un administrador que utilice un sistema de clasificación aún más óptimo tendrá un mejor entendimiento de los riesgos contenidos en la cartera que él o ella maneja, lo que resultará particularmente importante en épocas de confusión. Richmond Global Compass estima que los mercados adoptarán inevitablemente un sistema de clasificación refinado que impulsará a los mercados y al mundo hacia una dirección más sostenible.

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