La producción y consumo responsables se incluye dentro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que fueron asumidos voluntariamente por República Dominicana en 2015.
Para la representante del PNUD en República Dominicana, Luciana Mermet, una de las grandes premisas de esa agenda es incorporar la variable de sostenibilidad y cambiar la visión de cómo utilizamos los recursos que tenemos de manera más inteligente.
En ese sentido, Mermet explica que el rol del sector privado es generar negocios y modelos de negocios sostenibles, aunque asegura que muchas empresas en el país lo están haciendo sin saberlo.
“Ahí es donde encaja Carrie Snyder, como una experta que viene a ver qué cosas estamos haciendo en República Dominicana que tienen características de circularidad y no lo sabemos, qué cosas no estamos haciendo y deberíamos estar haciendo y cómo nos va a ir en el 2030 si hoy, en 2018, no empezamos a hacer la tarea con tiempo”.
De acuerdo con la profesora de Harvard, Carrie Snyder, hasta el momento las personas han estado operando bajo las bases de una economía donde se toma de la tierra, se crea un producto, se vende y luego es desechado, algunas veces en cualquier lugar.
Sin embargo, la economía circular es una nueva idea que se focaliza en utilizar el producto, darle ciclos de uso y no simplemente desechar el material, para que tenga una vida útil más larga.
La experta sostiene que las empresas deben invertir en “ideas nuevas y estructura”, para operar de una manera más funcional.
Destaca que el reciclaje es una parte de la economía circular, porque hay materiales que son biodegradables y que se pueden volver a colocar en la naturaleza.
Cambiar la mentalidad
Carrie Snyder explica que para que las empresas aprovechen el potencial que tienen utilizando la economía circular, primero hay que realizar un cambio de mentalidad de sus gestores.
“Las compañías que venden un producto tienen que invertir, pero si piensas que en un producto estás gastando en energía, en empleomanía y en los materiales para dar a un usuario para que lo use una vez y ya, estás desechando esa inversión”, dice.
“En cambio -añade-, si el sistema permite que el producto vuelva de alguna manera a la compañía, estás ahorrando en energía, empleomanía y en el mismo material, porque puede ser reutilizado, es cambiar la mentalidad”.