República Dominicana está entre las economías de América Latina cuyo crecimiento se ralentizará en los próximos dos años, al pasar de 5.0% en 2018 a hasta el 4.7% en 2019 y 4.6% en 2020. Los demás países que verán su producto interno bruto (PIB) crecer más lentamente serán Brasil, Belice, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Uruguay.
Los datos están contenidos en un documento que dio a conocer el Banco Mundial y que tituló “Perspectivas económicas mundiales: ¿La marea está cambiando?”, que analiza a Venezuela como un caso de estudio a parte, especialmente por su crisis política y económica. La entidad multilateral estima que Panamá se mantendrá creciendo en torno al 5.6%, lo que indica que estará por encima del crecimiento regional, algo que había liderado República Dominicana en los últimos cuatro años. El Salvador también decrecerá levemente de 2.3% a 2.2% de aquí al 2020.
Lo que prevé el Banco Mundial (BM) para República Dominicana está acorde con el comportamiento mostrado por el crecimiento económico entre 2014 y 2017. En este período el PIB se comportó de la siguiente manera: 7.6%, 7.0%, 6.6% y 4.6%, lo que deja ver una desaceleración constante luego que en 2013 crecieron 4.9%.
Según el Banco Central, a pesar de las proyecciones de un menor crecimiento para 2019 y 2020, preliminarmente el PIB se expandió un 6.4% durante el primer trimestre de este año, manteniendo el ritmo por encima de su potencial y conservando el impulso de las medidas de flexibilización monetaria implementadas a partir del 1 de agosto de 2017.
El informe de la economía considera que con este resultado de 6.4%, República Dominicana se encuentra liderando el crecimiento regional, pues las cifras preliminares disponibles muestran que la mayoría de los países de América Latina están creciendo por debajo de 4.0% en los primeros meses del año.
Lo sucedido con la economía dominicana en enero-marzo coincide con lo que el BM refiere en el resto de la región. “El crecimiento económico en América Latina y el Caribe se está acelerando, impulsado por condiciones de financiamiento interno y externo favorables en términos generales, una mayor solidez en el crecimiento de Estados Unidos y la subida en los precios de los productos básicos”, destaca.
Según el Banco Mundial, el consumo privado se ha incrementado en la primera mitad de 2018, ayudado por los recortes en las tasas de interés y las condiciones favorables del mercado laboral. Señala que la inversión en la región se está recuperando tras una profunda contracción, y el aumento de las exportaciones ha contribuido a reducir los déficits de cuenta corriente en Brasil y México, entre otras economías.
Apunta que en Brasil, Argentina y Chile, tres de los principales exportadores de productos básicos de la región, el crecimiento de la producción industrial fue considerablemente mayor en el primer trimestre de 2018 que en el mismo período del año anterior. Mientras, subraya que el aumento de las ventas minoristas fue más alto en Brasil y en Chile, lo que respaldó la actividad económica. Sin embargo, indica, la sequía perjudicó la producción agrícola en Argentina.
México
Respecto a México, el informe explica que el comercio ha propiciado el crecimiento, y la inversión se está recuperando tras la contracción del año pasado; no obstante, el bajo nivel de las ventas minoristas y la escasa confianza de los consumidores sugieren una moderación en el consumo privado.
En el Caribe, el BM señala que la fuerte demanda externa está beneficiando a las economías exportadoras de servicios, y la afluencia de turistas alcanzó el año pasado una cifra récord, a pesar de los acontecimientos meteorológicos extremos registrados recientemente.
Sin embargo, respecto a las perspectivas, la institución espera que el crecimiento en la región se ubique en un 1.7% en 2018 (un nivel menor al proyectado anteriormente) y en un 2.3% en 2019, impulsado, destaca, por la inversión y el consumo privados.
Especifica que la revisión a la baja de las previsiones se debe a que la contracción registrada en Venezuela es mucho mayor a la que se había proyectado en enero, y refleja también el menor crecimiento de Argentina.
Las mejoras en el mercado laboral de la región y el aumento en los préstamos solicitados por los hogares en algunas de las grandes economías impulsarán, según se anticipa, el incremento del consumo privado.
“Se espera que el crecimiento repunte en la mayoría de los grandes exportadores de productos básicos, principalmente como reflejo de un impulso positivo en el consumo privado. Se proyecta que la recuperación cíclica en curso en Brasil continúe, con un pronóstico de crecimiento por encima del 2% este año y en 2019. En Chile, Colombia y Perú también se espera una aceleración del crecimiento en 2018 y 2019”, estima.
En Argentina, sin embargo, el Banco Mundial indica que el crecimiento se desacelerará para situarse en un 1.7% este año debido a la restricción monetaria y fiscal y a los efectos de la sequía, y permanecerá en un nivel bajo, del 1.8%, el año próximo.
En México, destaca, se prevé que el aumento de las inversiones respalde un crecimiento moderadamente más alto, de un 2.3% en 2018 y un 2.5% en 2019.
Mejor cara
El Banco Mundial señala que el crecimiento de algunos países exportadores de productos agrícolas de América Central, incluidos Costa Rica y Guatemala, repuntará en 2018 y 2019, mientras que en los importadores de productos básicos de esta subregión, se estabilizará o se atenuará.
Según las proyecciones, indica, las economías del Caribe experimentarán en 2018 un aumento en el crecimiento gracias a la reconstrucción que se lleva adelante tras el paso de los huracanes, al turismo y los precios favorables de los productos básicos, y por el rápido desarrollo de la industria petrolera en Guyana esperado para 2020. Destaca que los riesgos que presenta este panorama son predominantemente adversos.
Una contracción abrupta de las condiciones de financiamiento o un cambio en las percepciones de los inversionistas respecto de las economías en desarrollo en un momento en que las economías avanzadas comienzan a replegar sus políticas monetarias flexibles, como sucedió en Argentina recientemente, podrían afectar el ingreso de capitales y el crecimiento de la región.
Además, señala que si la renegociación del tratado de libre comercio de América del Norte tuviera resultados adversos, el crecimiento de México podría verse perjudicado, mientras que la intensificación del proteccionismo comercial de Estados Unidos y China podría tener efectos negativos para América Latina y el Caribe.
Un riesgo interno clave radica en la profundización de la incertidumbre respecto de las políticas, en vista de las elecciones presidenciales y legislativas que se celebrarán en Brasil y México en la segunda mitad del año. Las demoras en la implementación de reformas clave podrían socavar la confianza de los inversionistas y frustrar la recuperación de las inversiones. La región es, además, particularmente vulnerable a los acontecimientos meteorológicos extremos.