Banco Adopem apoyó a más de mil emprendedoras durante el 2018

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Centros de belleza, tiendas de alquiler para vestidos y utensilios de bodas, decoración de eventos, venta de desayunos personalizados, centro de arreglo de uñas y otras actividades comerciales encabezadas, en muchos casos, por mujeres se destacan en las calles de República Dominicana.

La mujer ha tomado la decisión de no quedarse en la casa y en la actualidad reinventa negocios que antes funcionaban desapercibidos y sustituye la venta de su fuerza laboral para trabajos domésticos por la oferta de servicios personales.

Para 2017 el Banco Adopem tenía 389,436 clientes, el 67% mujeres que crearon empresas en ese año. Según sus últimas cifras de desembolsos, hasta junio de 2018 más de 1,000 mujeres pusieron en marcha su propio negocio.

La entidad financiera tiene un programa para impulsar el emprendimiento femenino, con el que pretende sensibilizar a las féminas y su entorno sobre las posibilidades que ofrece el autoempleo y la actividad empresarial.

La encuesta Enhogar, de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), refleja que para 2015 de un total de 38,414 mujeres encuestadas solo 104 (0.27%) lavó, planchó, cocinó o limpió casas por paga, lo cual refleja un avance económico de mujeres que sustituyen estas labores por iniciar proyectos propios.

A pesar de sus esfuerzos por mantenerse en el área empresarial, las mujeres constituyen el segmento de mayor vulnerabilidad económica. Casi cinco de cada 10 emprendedoras están bajo la línea de la pobreza, indica el más reciente informe de desempeño social 2017 de la Fundación BBVA Microfinanzas.

El informe refleja que una de las principales fuentes de desigualdad de género es la diferencia en la inclusión en el mercado laboral.

El sector más atractivo para las mujeres, según el texto, es el comercio al por menor equivalente al 83% versus 63% de los hombres. La venta ambulante (6.7%), venta en colmados (5%) y los servicios de peluquería (5%) son también actividades relevantes.

Muchas de las restricciones, todavía presentes para las mujeres, están asociadas a la maternidad y producen grandes diferencias en cuanto al acceso a las oportunidades económicas y las consiguientes disparidades de ingreso y productividad entre mujeres y hombres en edades fértiles.

Esto hace que el índice de mujeres de 20 a 59 años en situación de pobreza sea mayor respecto a los hombres pobres de esa misma edad.

El desempleo no es, para estas emprendedoras, el causante de que hayan tomado la decisión de crear negocios que garanticen independencia económica. “He descubierto que en los momentos de crisis surgen las mejores ideas, y planteas cosas nuevas para sostenerte y emprender”, expresa Eyaelkys Mejia, propietaria de la tienda Jardín de Novias.

Este negocio lleva nueve años en el mercado y su propietaria que, anteriormente era líder de proyectos en el Banco Popular Dominicano y que, además es graduada en Ingeniería en Sistemas, indica que a pesar de tener un empleo que sustentaba sus gastos, sentía la necesidad de independizarse y emprender un negocio.

Dice que la administración prudente y la creación de un fondo para emergencias han sido determinantes para alcanzar las metas de su negocio.

En el país el sistema de préstamo que ha implementado el Estado a través de Banca Solidaria (BS) ayudó a muchas empresas lideradas por mujeres a iniciar sus operaciones y mantenerse, por lo menos, durante los primeros años, que son los que crean la base del negocio, según la negociante.

Durante el período 2013-2015 Banca Solidaria presentó resultados positivos para la economía de las microempresas. Los datos indican que desembolsó alrededor de RD$10.1 mil millones, los cuales beneficiaron 227,310 micros y pequeños empresarios y empresarias, que contribuyeron de manera significativa a dinamizar la economía en los barrios y comunidades en todo el territorio nacional.

Del total de beneficiarios el 65% correspondió a microempresas propiedad de mujeres y un 35% propiedad de hombres. Esto ha significado que miles de mujeres pobres que anteriormente tenían cerradas las puertas al financiamiento y a su desarrollo empresarial, encontraron el apoyo para emprender un negocio y romper así con la dependencia económica.

Empleos
Las empresas femeninas que en la actualidad llaman la atención de todo el público generan al menos cuatro empleos directos y alrededor de cinco a siete indirectos. Jardín de Novias se auxilia de modistas, floristas, lavanderías y de un mensajero.

Asimismo, la comunicadora Rosanny Echavarría, que apenas tiene seis meses en el área de estilismo y uñas acrílicas, dice que su negocio nació de la necesidad de que las mujeres de su sector reciban un servicio de calidad por un precio asequible. En su negocio, Echavarría cuenta con dos empleadas.

Microempresarias se apoyan en préstamos
Las necesidades que demanda tener un negocio hacen que las microempresas acudan a entidades financieras, sobre todo cuando tienen compromisos mensuales, como el pago de alquiler y servicios como electricidad o de comunicación.

Soy socia de una cooperativa y gracias a los préstamos he podido solventar el capital del negocio en la temporada baja”, explicó Eyaelkys.

Asegura que “si el país está mal económicamente los primeros impactados somos nosotros”, ya que sus servicios no son un artículo de primera necesidad para la supervivencia de la gente.

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