Impuesto de 0.15% a la transferencia, una distorsión tributaria

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El 0.15% de impuesto a la transferencia electrónica y pagos con cheques que retiene la banca por cuenta de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), más que “necio” es “odioso”, y aunque solo debe aplicarse a terceros, en ocasiones se aplica erróneamente a los depósitos entre cuentas del mismo dueño, por lo que se insiste en su desmonte de (0.15%, 0.10%, 0.05%).

Las declaraciones fueron expuestas por el analista financiero, Alejandro Fernández W., quien detalló que este impuesto se aplicó de manera temporal, como un “castigo” a los proveedores o usuarios del sector financiero dominicano, como forma de obtener recursos para salvar la banca luego de la crisis financiera del 2003.

Sin embargo, este cargo se continúa aplicando, generando al 2005 cuando se cumplió su primer año, la suma de (RD$3,133 millones) o el 3.8% de las recaudaciones de la DGII, mientras que al 2018 obtuvo (RD$8,100 millones para un 1.5%, lo que representa una baja en la recaudación.

El experto financiero considera que este impuesto, el cual es reflejado por la banca en los estados y plataformas web, impacta de forma negativa los niveles de bancarización e inclusión financiera, no solo en país, sino en los demás países de la región donde influyeron los mismos organismos internacionales.

En ese sentido, se expresó en sus documentos el Fondo Monetario Internacional (FMI), al indicar que estos impuestos “distorsionan y contribuyen en la desbancarización”, mientras que la reconocida economista peruana Liliana Rojas-Suárez, indicó que “esta medida incentiva el uso de efectivo como medio de pago, y distorsiona los sistemas bancarios de América Latina”.

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