La firma calificadora de riesgo Fitch Ratings, reafirmó la calificación al Banco Popular Dominicano (BPD) en AA+(dom) y F1+(dom), debido a su posición en el mercado local y a su relatividad con los otros emisores.
También afirmó las calificaciones de riesgo nacionales de largo y corto plazo de su empresa relacionada Popular Bank Ltd., Inc. (PB), en Panamá en A-(pan) y F2(pan) y en República Dominicana en AA+(dom) y F1+(dom). La perspectiva de la calificación en escala de Panamá fue revisada a negativa desde estable, dado que un potencial deterioro del perfil crediticio de la matriz cambiaría la posición relativa del banco con respecto a sus pares en esa plaza.
Sin embargo, debido al impacto económico provocado por la crisis del coronavirus, la calificadora de riesgo prevé un entorno operativo más desafiante en el corto y mediano plazo, por tanto un incremento en el riesgo. Fitch también considera que el debilitamiento de las condiciones económicas reflejadas en una contracción de la economía con un escenario base del orden de al menos 3.5% en 2020 probablemente resultarán en un deterioro en la calidad crediticia y en la rentabilidad.
Las calificaciones de BPD están influenciadas altamente por el entorno operativo desafiante y deteriorado, así como por su posición dominante en el mercado dominicano.
La institución se posiciona en el país como el banco privado de mayor tamaño y con presencia más amplia, así como uno de los competidores principales en banca corporativa y de consumo. Su modelo de banca universal le ha permitido un balance e ingresos diversificados, aspecto que podría equilibrar moderadamente los efectos negativos esperados en ciertos segmentos.
Por otro lado, las calificaciones de Popular Bank Ltd reflejan la percepción de Fitch pro la capacidad y propensión del soporte que recibiría en su único accionista, el Grupo Popular, S.A. y su empresa relacionada BPD en caso de ser necesario.
Finalmente, Fitch considera que PB es fundamental para su empresa relacionada BPD y su único accionista Grupo Popular, lo cual resulta en una propensión alta de soporte directo o indirecto por parte del BPD y GP en caso de ser requerido, aún cuando no hay un compromiso legal de soporte.
